UNA MANIOBRA SENCILLA, PERO CON TÉCNICA
Conducir no es sólo ir de un sitio a otro sin mayor preocupación, sino que debemos hacerlo de acuerdo a unas normas, y con la mayor seguridad posible
Conducir un vehículo no es solo una forma de desplazarse de un lugar a otro, sino una responsabilidad que requiere cumplir con una serie de normas para garantizar la seguridad de todos en la vía. Las leyes de tráfico y las regulaciones viales están diseñadas para prevenir accidentes y proteger tanto a los conductores como a los peatones y, por lo tanto, es obligatorio conocer y seguir estas normativas, así como mantener el vehículo en condiciones óptimas. Conducir de manera segura implica también estar atentos a las condiciones del camino y a los demás usuarios de la vía, lo que reduce significativamente el riesgo de accidentes.
Entre las maniobras más peligrosas al volante se encuentran los adelantamientos en carreteras de doble sentido, los giros en intersecciones sin la debida señalización, y las incorporaciones en autopistas sin observar adecuadamente el tráfico. Los adelantamientos indebidos pueden resultar en colisiones frontales, una de las causas más letales de accidentes de tráfico. Del mismo modo, no señalizar adecuadamente un giro puede causar choques laterales o atropellos.
Por otra parte, las incorporaciones mal realizadas en autopistas pueden provocar choques por alcance o maniobras bruscas que desestabilizan a otros conductores. Por ello, es fundamental realizar estas maniobras con la máxima precaución, respetando las normas de tráfico y asegurándose de que la vía esté libre de otros vehículos antes de proceder.
No son las únicas maniobras que suponen un riesgo muy importante para la seguridad si no se llevan a cabo correctamente. No podemos olvidarnos de los cambios de carril, maniobras que hay que señalizar de manera clara y concisa y llevar a cabo únicamente cuando seamos plenamente conscientes de que no estamos entorpeciendo la circulación de nadie. Para asegurar una maniobra segura al cambiar de carril, Raúl Ros, un instructor de autoescuela, ha compartido un método efectivo para realizar esta acción sin riesgo.
En un vídeo difundido en la plataforma TikTok, Ros detalla que el truco se basa en la observación del espejo retrovisor. Para determinar si el cambio de carril puede hacerse de manera segura, se debe imaginar una línea que divida el espejo en dos mitades iguales. Si el vehículo que circula en el carril al que deseamos incorporarnos se encuentra en la mitad superior del espejo, la maniobra es segura, siempre que se realice acelerando y sin perder de vista a los coches que se encuentran delante.
Por otro lado, si el vehículo aparece en la mitad inferior del espejo, significa que está demasiado cerca y no es seguro realizar el cambio de carril. Un sencillo truco que ayuda a los conductores a evaluar la distancia de manera rápida y eficaz, mejorando así la seguridad en la carretera.