CAMBIOS EN EL FUNCIONAMIENTO DE LOS SEGUROS
Una nueva directiva del automóvil trae consigo algunos cambios en el funcionamiento de las pólizas de seguro que afectarán a millones de vehículos en 2024.
Los seguros de automóvil son como un escudo protector en la carretera: ofrecen una capa de seguridad tanto económica como legal ante cualquier imprevisto que pueda surgir durante un viaje, por corto o rutinario que sea. Más allá de ser un requisito legal en muchos lugares (entre ellos España), su importancia radica en brindar tranquilidad a los conductores y sus pasajeros. Y es que contar con un seguro de automóvil adecuado significa tener un respaldo frente a accidentes, daños materiales o responsabilidad civil.
Es una inversión también en paz mental, asegurando que, en caso de percances, no solo se protege el vehículo, sino también el bienestar económico de quienes lo conducen o viajan en él. Con pólizas adaptadas a las necesidades individuales, los seguros de automóvil se convierten en un compañero indispensable que, sin embargo, muchos conductores se resisten a valorar como deberían. Circular sin la cobertura de una póliza de seguros es una de las infracciones más graves que puede cometer un conductor en nuestro país, sancionándose con 1.500 euros y la inmovilización del vehículo.
En los últimos años hemos asistido a diversos cambios en el mundo de los seguros, con especial importancia y relevancia a la irrupción de los seguros low-cost, que permiten a muchos conductores contratar una póliza con las coberturas básicas sin tener que desembolsar enormes cantidades de dinero.
Este sábado termina el plazo para que entre en vigor la nueva directiva que regula el seguro del automóvil, una nueva directiva que trae importantes cambios y novedades que afectan a muchos vehículos. El principal cambio lo encontramos en la ampliación de dos conceptos básicos dentro del seguro del automóvil: el de vehículo a motor y el de hecho de la circulación, conceptos que hasta ahora en determinados tipos de vehículos no tenían distinción.
Así, un elevado número de maquinaria, por ejemplo agrícola o de construcción, pasará a ser vehículo a motor y, por lo tanto sus propietarios tendrán que suscribir el correspondiente seguro obligatorio del automóvil. Esta modificación proporcionará una mayor seguridad jurídica para las víctimas y resolverá muchos conflictos en la tramitación de siniestros con las compañías según afirman desde la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, aunque también traerá consigo un importante cambio: un aumento en el precio y en el coste de los seguros.