Las
emisiones contaminantes han traído de cabeza a la mayoría de los fabricantes de automóviles en los últimos años.
El resultado de la combustión de los carburantes es uno de los problemas más serios a los que se enfrentan los fabricantes, problema que tratan de resolver utilizando toda la tecnología disponible. Es cierto que en ocasiones las cosas no salen como deberían. Es el caso del conocido "
Dieselgate", un caso que ha afectado a millones de vehículos diésel del Grupo VW a nivel mundial.
Ha tardado meses en empezar a resolverse, pero parece que finalmente las soluciones técnicas desarrolladas por la marca han permitido que los motores afectados vuelvan a funcionar de acuerdo a la legalidad vigente sea cual sea el mercado en el que se comercialicen estos vehículos.
Los motores afectados por software se extendían a todas las marcas del grupo que utilizaban diésel,
desde Skoda hasta Audi, pasando por SEAT y, lógicamente, por la misma Volkswagen. En nuestro país se organizaron incluso demandas colectivas, donde la asociación de consumidores
OCU ha tenido un peso muy relevante.
Tal es así, que aconsejaba a los usuarios no actualizar ni reparar los vehículos afectados, en contra de las directrices de la DGT y de la propia marca. Tras varios meses del inicio de las reparaciones, los usuarios de la OCU parece no haber quedado del todo satisfechos.
Así se extrae de los últimos informes publicados por la asociación, dónde se puede analizar que, de todos aquellos clientes que han efectuado las reparaciones, el 45% ha notado cambios en su vehículo, cambios que mayoritariamente tienen que ver con un mayor consumo de carburante (55%) o una pérdida de potencia en el motor (52%). Y tú, ¿has notado cambios en tu TDI? En Centímetros Cúbicos:
Multas de hasta 30.000 euros por coche para evitar que se repita el Dieselgate |
Volkswagen acepta recomprar dos vehículos diésel afectados por el software ilegal, pero sólo en Alemania