CARRILES DE CIRCULACIÓN
Según la normativa, este carril no debería utilizarse de forma normal. Pero en España se ha convertido en algo habitual para evitar un peligro en las autopistas.
Las normas de tráfico son como una brújula: indican cómo debemos conducir, pero no siempre reflejan la realidad de las carreteras. En España, el Reglamento General de Circulación exige que los conductores usen el carril derecho, dejando los otros solo para adelantamientos. Sin embargo, una práctica cada vez más extendida está desafiando esta regla, y la razón no tiene nada que ver con la rebeldía, sino con el mal estado de nuestras vías.
Imagina circular por una autopista donde cada metro del carril derecho parece una trampa para amortiguadores. Esta es la situación que enfrentan muchos conductores en España. El desgaste causado por el incesante paso de camiones pesados ha convertido este carril en un auténtico campo de baches. Según la Asociación Española de la Carretera, las infraestructuras, ya de por sí deterioradas, no están preparadas para soportar semejante castigo. ¿El resultado? Muchos automovilistas simplemente evitan el carril derecho.
La autopista A-6, que une Madrid con La Coruña, es un ejemplo paradigmático de este problema. En algunos tramos, los socavones son tan frecuentes y profundos que conducir por el carril derecho no solo es incómodo, sino prácticamente imposible. No es de extrañar que cada vez más personas opten por circular exclusivamente por el carril central o izquierdo, buscando salvar sus vehículos (y sus nervios) del castigo.
Aquí es donde entra la contradicción. Aunque el sentido común dicta evitar un carril peligroso, la normativa sigue siendo tajante: fuera de los adelantamientos, todos los vehículos deben regresar al carril derecho. Pero ¿qué pasa si este carril es un desastre? ¿Pueden multarte por evitarlo?
La respuesta es sí, aunque con matices. Estas son las situaciones más comunes donde podrías enfrentarte a una sanción:
El importe de estas sanciones puede ascender a 200 euros. Sin embargo, rara vez implican pérdida de puntos del carnet. Más aún, es inusual que te multen por evitar un carril en malas condiciones, salvo que acompañes tu acción de otra infracción, como exceder la velocidad o realizar maniobras peligrosas.
La verdadera raíz del problema no son los conductores, sino la infraestructura. El transporte por carretera es vital, y los camiones no tienen otra opción que usar el carril derecho. Pero esto pone sobre la mesa una pregunta inevitable: ¿estamos priorizando el mantenimiento adecuado de nuestras vías? En un país donde las carreteras han sido históricamente un símbolo de desarrollo, el deterioro de estas es un recordatorio incómodo de cuánto queda por hacer.
En la práctica, los conductores responsables no dudan en evitar un carril en mal estado si consideran que representa un riesgo para su seguridad. Y aunque la normativa pueda parecer rígida, las decisiones sobre el terreno a menudo priorizan el bienestar personal. Evitar un socavón no debería ser motivo de multa, sino una señal clara de que algo falla en la gestión de nuestras carreteras.
Entonces, ¿se trata de desobedecer las reglas? Más bien, de adaptarse a una realidad que las normas, de momento, no parecen reconocer. Mientras no haya un compromiso serio con el mantenimiento de las infraestructuras, el debate seguirá en la carretera. Y entre baches y multas, los conductores seguirán eligiendo el mal menor: apartarse del carril derecho.