Así lo explica la DGT
En determinadas ocasiones nos encontramos con atascos atroces, motivo por el que existen los carriles abiertos en sentido contrario para evitarlos.
Los atascos no solo son desesperantes y agobiantes, sino que también en muchas ocasiones pueden implicar ciertos riesgos que atentan contra la seguridad. Es por ello que es necesario descongestionarlos lo antes posible, motivo por el que existen los carriles abiertos en sentido contrario pero, ¿sabes cómo circular por ellos? La DGT repasa las normas básicas para hacerlo correctamente y de forma segura.
Y es que seguramente no es la primera vez que, ya sea por obras o por un atasco, nos topemos con la inmersión en el carril contrario en plena autopista, por ejemplo. Si la calzada está cortada por obras es lógico que durante algunos kilómetros debamos tomar este desvío, pero no es inusual que también se produzca en festivos, puentes o vacaciones debido a la alta saturación a la que se expondrá la carretera.
Esto mismo ha sucedido en el pasado Puente del Pilar, fiesta por la cual se han intervenido diversos carriles para generar zonas de tránsito abiertas en sentido contrario. Sin embargo y pese a que aparentemente tan solo debemos aminorar la velocidad, lo cierto es que existen diversas normas que debemos cumplir en estos casos y que difieren de un carril estándar.
Lo primero es precisamente eso, reducir la velocidad ya que vamos a circular por un carril generalmente de un solo sentido y paralelo a otro por el que pasan vehículo en sentido contrario de los que tan solo nos separa una hilera de conos; pero hay más.
Una señal nos advertirá con tiempo suficiente de la maniobra que vamos a tener que efectuar y, por donde, tendremos que echarnos al carril izquierdo para poder acceder al nuevo carril con seguridad. La velocidad estará limitada igualmente por señal y generalmente será a 80 km/h. Tan solo podrán acceder a este motocicletas y turismos sin remolque y tendremos que circular por él con la luz de cruce.
Este cómputo de medidas están ideadas para no solo ayudar al flujo del tráfico, sino también a velar por tu seguridad. Lógicamente, bajar la velocidad es fundamental, pero también se unen evitar que accedan vehículos de gran tamaño que puedan obstruir la visibilidad de los que les preceden y de los que vienen en sentido contrario y mantener las luces de cruce, ayudando así a que se percaten de nuestra presencia los coches que circulan en paralelo y hacia el otro sentido.