QUIEREN UNIFICAR LA NORMATIVA
El Gobierno está moviendo ficha para unificar la normativa sobre los carriles bicis y buscar una sana convivencia entre ciclistas, peatones y vehículos a motor.
Cuando se habla de ciclistas suele salir a flote una fuerte polémica, especialmente en lo que a convivencia entre estos, peatones y vehículos a motor se refiere. De esta manera, los ayuntamientos han demandando al Gobierno un plan para poder hacer de esta una convivencia pacífica, y ello pasa, principalmente, por crear una normativa global para los carriles bici.
Hasta la fecha, recaía la competencia de engendrar un carril bici sobre los 8.131 municipios españoles, provocando discrepancias de todo tipo y malestares por parte de todos los colectivos que usan la vía publica. Ahora, el Gobierno central ha decidido tomar cartas en el asunto y plantear un criterio único a la hora de implantar un carril bici.
Y aunque bien es cierto que cada ayuntamiento deberá seguir aplicando el carril bici en función de las necesidades de la ciudad en sí, tomarán como punto de partida una serie de pautas instauradas por Moncloa. Algo similar ha sucedido con las Zonas de Bajas Emisiones, las cuales son competencia de cada municipio con más de 50.000 habitantes pero que están reñidas por unos aspectos en común.
De esta manera, nos encontramos con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana lanzando la Guía de recomendaciones para el diseño de infraestructura ciclista. Y aunque bien es cierto que, como su propio nombre indica, son recomendaciones, podría ser un buen punto de partida para unificar en ciertos aspectos a los diferentes carriles bici que encontramos en España.
Así, destacan propuestas como que los carriles bici deberán ocupar parte de la calzada, erradicando así a las “aceras-bici”, zona que, según esta guía, “no debe plantearse”. Y aunque bien es cierto que calzada y carril bici compartirán suelo, este último estará completamente separado para evitar irrupciones por parte de los vehículos a motor o invasiones del mismo.
Para lograrlo se plantea la instalación de bolardos o piezas de hormigón, así como bandas de servicio. Además, también se plantea reducir la velocidad de la vía a 20 km/h en aquellos tramos en los que se comparta con el carril bici, pero yendo más lejos que instalando una señal vertical.
Y es que para velar por la seguridad de los cíclicas y los viandantes, la Guía propone estrechar la propia calzada, instalar adoquines, marcas viales como dientes de sierra o habilitar una zona zig-zag para obligar a reducir la velocidad.