MÁS SEGURIDAD EN CADA VIAJE
Las motos forman parte del día a día de millones de españoles, que utilizan este medio de transporte en sustitución del coche. Su uso es más económico y más rápido que el coche, pero el nivel de protección que ofrece una motocicleta poco tiene que ver con el que es capaz de ofrecer un coche...
En los últimos años hemos asistido a toda una revolución en el terreno de la movilidad: cada vez es más frecuente que nuestros coches estén conectados a diferentes servicios externos, conexiones que permiten a sus ocupantes acceder a determinados servicios de entretenimiento e información o, también, disfrutar de elementos de seguridad como la llamada autónoma de emergencia, que se activa cuando el vehículo ha sufrido una colisión severa.
En el caso de las motocicletas, este último elemento (que cada año salva cientos de vidas en toda Europa) es menos común, aunque también empieza a verse en algunos modelos de motos. Sin embargo, cada día circulan millones de motos sin este sistema que, en un escenario como el del accidente de tráfico de una moto, puede ser vital y marcar la diferencia entre un desafortunado siniestro y un fallecimiento o una lesión irreversible.
Por eso, la DGT lanzó un reto, animando a las diferentes empresas españolas a desarrollar, lo antes posible, un "casco conectado" que, de manera inteligente y autónoma, sea capaz de interactuar con servicios de salvamento y rescate cuando sea necesario. El reto ha sido respondido, y en un plazo de tiempo récord estamos asistiendo a la llegada del primer casco conectado que comenzará a venderse este mismo año en nuestro país.
El resultado, de la mano del especialista Livall, es la creación del casco MC1 que tras varios años de desarrollo, se convertirá en el primer casco inteligente conectado a la plataforma DGT 3.0, un proceso que se llevará a cabo a través de una tarjeta 5G instalada en el propio casco. Estas tarjetas permiten un intercambio de datos y, a su vez, activar ciertas funcionalidades como por ejemplo el aviso de accidente en carretera: la DGT emitirá una señal directamente a los cascos que cuenten con esta funcionalidad, un aviso mediante un comando de voz que informará del accidente para que los usuarios puedan extremar la precaución.
El casco está fabricado en fibra de vidrio y sólo pesa 1.4 kg, contando también con aislamiento térmico y acústico. Para más inri, no es el único sistema de seguridad que incorporan, ya que al sistema de conexión automática con la plataforma DGT 3.0 se añaden también la iluminación inteligente con luces de posición y luces de freno en el propio casco, así como un segundo sistema de seguridad basado en la conexión Bluetooth con altavoces y micrófono instalados en la estructura del casco.
Con este último sistema, el casco puede conectarse al teléfono móvil y activar un sistema de localización GPS automático en caso de caída, un sistema capaz de enviar un mensaje SOS a cinco contactos de manera automática.