Afortunadamente, a día de hoy somos la inmensa mayoría los que, nada más sentarnos en un coche, automáticamente nos abrochamos el cinturón de seguridad en un acto que ya casi se puede calificar como reflejo.
Este gesto, sin embargo, no siempre es obligatorio ya que el Reglamento General de Circulación recoge cinco excepciones, aunque nosotros te recomendamos que nunca dejes de abrocharte el cinturón de seguridad. VER VÍDEO.