RECORRIDO POR LA HSTORIA DE LAS SIGLAS SL

Celebramos el 70 aniversario del Mercedes 300 SL y sus famosas "Alas de Gaviota"

Repasamos la historia de un coche que fue el origen de las siglas SL, y de una saga que las han convertido en leyenda en la historia de la marca alemana.

En 1952, Mercedes-Benz creó un modelo de competición para hacer realidad su visión de triunfar en el automovilismo deportivo: el 300 SL. Algo que logró en tiempo récord ya que, durante el año de su estreno, logró, entre otras victorias, un espectacular doblete en las legendarias 24 horas de Le Mans.

Precisamente su configuración y arquitectura, muy avanzada y revolucionaria para la época, es lo que le convirtió en referencia en la competición, ganando también en la difícil Carrera Panamericana en ese mismo año. Mercedes hizo doblete con una versión especialmente adaptada a las condiciones de esta prueba, que se podría considerar casi como el Dakar de la época.

Tras tan sonados éxitos, el 6 de febrero de 1954, durante el Salón Internacional del Automóvil de Nueva York, el fabricante alemán sorprendió al público mundial con un modelo de serie totalmente inesperado, el digno sucesor de producción en serie de este superdeportivo: el 300 SL “Gullwing”. Apodado y comúnmente conocido como “alas de gaviota”, por la curiosa apertura de sus puertas.

Mercedes SL "Goldwing" | Mercedes

De esto, hace nada más y nada menos de 70 años, y hoy hemos repasado la historia de un coche que fue el origen de las siglas SL, y de una saga que las han convertido en leyenda en la historia de la marca alemana.

Las “alas de gaviota” de este coche no eran ningún truco de marketing, ni una apuesta de los diseñadores, sino una necesidad de ingeniería. Al igual que el modelo deportivo de competición, el 300 SL tenía un bastidor tubular ligero muy resistente bajo la carrocería, lo que hacía imposible abrir los laterales con diseños de puertas convencionales.

Posteriormente, en su versión de calle, este modelo tuvo una carrocería descapotable, denominada 300 SL Roadster, que llamó mucho la atención. Y hablando de descapotables, también hay que recordar el 190 SL. Una versión más accesible, que se inspiró en las líneas del famoso Gullwing.

Mercedes SL | Mercedes

En 1963 aparecería el que sería el heredero de estas joyas mecánicas, que marcaría el camino definitivo de las siglas “SL”. Estamos hablando del SL230, también conocido como “Pagoda”, ya que las formas de su techo rígido recordaban a los templos asiáticos. El bastidor procedente de la berlina W111 se acortó y se reforzó, por lo que la seguridad era mayor, algo en lo que también colaboraban sus frenos de disco en el eje delantero. Tras varias versiones y evoluciones con diferentes opciones mecánicas, su producción cesó en 1971.

Ese mismo año nacía su sustituto: el SL de carrocería W107. Es el más longevo de la saga, ya que estuvo en producción hasta el año 1989, e introduciría en su gama el primer motor de ocho cilindros. También se ofreció en la variante coupé, conocida como SLC, que ofrecía más espacio en su interior, facilitando así viajar más cómodamente.

Después de tantos años en el mercado tocaba dar un salto generacional, y así llego el SLR129. Con unas líneas elegantes, un interior más moderno y motores más evolucionados. Incluso se recuperó la idea de la capota de lona, aunque adaptada a su tiempo: con accionamiento electro hidráulico automático en 30 segundos.

Gama SL de Mercedes Benz | MERCEDES BENZ

Llegaron los 2000 y las innovaciones tecnológicas bajo el paraguas AMG. Concretamente en 2001, aparecería una nueva generación del SL, que adoptaba un techo rígido, plegable y retráctil que se guardaba en el maletero.

Una de las variantes más interesantes fue la SL65 AMG Black Series, principalmente por lo que había debajo del capó: un motor V12 de 670 CV y más de 1.000 Nm. También se establecieron estándares en materia de seguridad como la barra antivuelco automática y asientos integrales con amortiguación de la fuerza.

Su producción terminó en 2012 y le siguió otra generación para celebrar el 60 aniversario de la saga. En esta entrega, el concepto SL experimentó cambios estéticos profundos. Destacaba un alargado y nervado capó, una prominente parrilla y rejillas de ventilación que buscaban homenajear al clásico, así como un techo de cristal tintado.

Evolución de la gama SL de Mercedes Benz | MERCEDES BENZ

Su producción terminó en 2020, una fecha en la que ya parecía que este icono automovilístico nos dejaba para siempre. Sin embargo, Mercedes-Benz no tardó ni dos años en lanzar una nueva generación del SL, claramente enfocada en recordar sus raíces, con la capota clásica de lona, por ejemplo, pero tecnológicamente actualizada. También por primera vez, llegaba un SL con tracción integral.

Completamente bajo el estandarte de Mercedes-AMG y con variantes de propulsores con altas potencias de hasta 585 CV, llamaba la atención por el cuero y la fibra de carbono en sus acabados interiores; y por la más alta tecnología e instrumentación completamente digital que te envuelve en el habitáculo.

Así, después de 70 años de deportividad, lujo y estilo de vida, este 2024 se lanzó el Mercedes-AMG SL más espectacular de todos los tiempos, iniciando su era hacia la electrificación. Y es que bajo la denominación 63SE Performance se esconde un V8 híbrido enchufable con 817 CV de potencia conjunta y más de 1.400 Nm. Está claro que la saga SL evoluciona, pero sin perder de vista los atributos que le han convertido en uno de los coches más exclusivos de Mercedes-Benz.