UNA CUESTIÓN DE SEGURIDAD
Al pasar por una estación de servicio pocos realizan ciertos chequeos necesarios para evitar averías en el futuro.
Nuestros coches con máquinas complejas, compuestas por miles de piezas, pero con un funcionamiento muy preciso que, a la vez, resulta fácil y sencillo para el usuario medio. Es ahí donde reside la magia de nuestros vehículos, siendo capaces de ser utilizados por todo tipo de personas pese a que buena parte de sus componentes hayan sido desarrollados para resistir enormes esfuerzos o un funcionamiento muy preciso y concreto.
Sin embargo, no son máquinas perfectas. Pese a estar fabricadas para ser utilizadas sin tener la necesidad de realizar una inspección exhaustiva, pueden surgir ciertos fallos que, sin unos ciertos hábitos nada complicados, saltan con mayor facilidad. Por ello, en este artículo vamos a detallar algunos consejos para evitar estas situaciones.
Evidentemente, como cualquier máquina, nuestros coches necesitan recibir cierto mantenimiento periódico para que su funcionamiento no se vea afectado. De manera similar, cada cierto tiempo -dependiendo del uso- debemos pasar por una estación de servicio o por un punto de recarga para, valga la redundancia, 'cargar' de energía nuestro coche bien sea en forma de combustible o bien en forma de electricidad.
Durante estas paradas muchos conductores aprovechan para repasar el buen funcionamiento de su coche, revisando de manera breve el estado de los fluidos, de los neumáticos o de las bombillas. Suele ser, además, el momento idóneo para comprobar la presión de nuestros neumáticos, una operación que, por cierto, es recomendable llevar a cabo cada 15 días o 1000 km como mucho pese a que la mayoría de conductores lo hagan en periodos mucho más espaciados en el tiempo.
Esto cobra vital importancia en verano, cuando muchos conductores utilizan sus vehículos para las vacaciones. Los largos viajes pueden suponer un riesgo si el coche no está revisado correctamente, ya sea por la distancia, el uso continuado o las altas temperaturas de la época estival.
El gesto que casi todos los conductores olvidan
Hablando de los neumáticos, la inmensa mayoría de los usuarios de un vehículo se "olvidan" de realizar la comprobación necesaria cuando se trata de la presión de los neumáticos. Se trata de comprobar la presión de la rueda de repuesto, la "quinta rueda" que muchos vehículos llevan alojada en el maletero y que, afortunadamente, suele pasarse años y años sin moverse de su emplazamiento debido a que evidentemente no sufrimos pinchazos a diario.
Así pues, es imperante y necesario revisar también la presión de la rueda de repuesto de nuestro coche, que generalmente suele tener unas dimensiones diferentes y, por tanto, necesita estar inflada a una presión más alta de lo normal. Contar con una rueda de repuesto es un factor de movilidad importante que puede sacarnos de más de un apuro, pero no sirve de nada si está desinflada después de años y años alojada en su emplazamiento, de manera que te invitamos a que, la próxima vez que vayas a la gasolinera, le eches un vistazo a la presión de la rueda de repuesto de tu coche...seguro que te sorprendes.
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