Pere Navarro ha propuesto reformar la retirada del carné por puntos
Además de aumentar el número de radares, incrementar la cantidad de agentes de la Guardia Civil y de reducir a 90 el límite en carreteras secundarias, el director general de tráfico ha anunciado el endurecimiento de las sanciones a través de puntos por infracciones como prescindir del casco o del cinturón.
Pere Navarro ha propuesto en la Comisión de Seguridad Vial del Congreso una serie de medidas para reducir la siniestralidad. Como principal apunte, se ha expuesto realizar una reforma del carné para aumentar la cantidad de puntos que se retiran como consecuencia del uso del móvil mientras se conduce y por prescindir del cinturón de seguridad o del casco. El incremento subiría de 2 a 4 o 6 puntos en el primer caso, y del los actuales 3 a 4 en el segundo. De estas variaciones, Navarro ha indicado que será el Gobierno quien decida cuál establecer concretamente ya que se trata de una ley.
De nuevo se ha hablado de la medida que considera igualar a 90 kilómetros por hora la velocidad máxima en todas las carreteras secundarias o convencionales (en las carreteras que tienen arcén de 1,5 metros el límite es de 100 km/h), que sea obligatorio tomar algunas clases presenciales sobre seguridad vial para sacarse el carné de conducir y que los profesores de autoescuela tengan una debida formación profesional.
El aumento del número de radares para el control de la velocidad ha sido otro tema destacable. "Lo siento, pero es el único medio que tenemos", ha reconocido Navarro antes de comparar los 7.200 aparatos de este tipo que tiene el Reino Unido y los 4.000 de Francia con los 1.000 de España. Del mismo modo se ha anunciado la incorporación de 250 nuevos agentes a la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y en 2019 lo harán otros 400.
También ha recordado que España tiene una media de 39 fallecidos en accidente de tráfico por un millón de habitantes, por debajo de los 49 de la media europea, y por encima solo están Suecia, Reino Unido, Países Bajos y Dinamarca. Sin embargo se ha reconocido que nuestro país se colocaría en mejor posición si se hiciera una "corrección" para tener en cuenta dos factores: los 85 millones de turistas, que en muchos casos alquilan coche o viajan con los propios y los 5,2 millones de motos que circulan por nuestras carreteras.
Tras apostar por el debate en materia de seguridad vial porque hablar de ellos reduce las muertes, Navarro ha trasladado su posición de apostar por la puesta en marcha de medidas concretas, que deben plasmarse en la ley, y por la movilización de la sociedad civil. Estas medidas deberían tener en cuenta los datos de la siniestralidad vial en 2017 que determinan dónde habría que concentrar los esfuerzos.
De igual modo ha recordado que el 77% de los fallecidos en accidente mueren en carreteras convencionales, sobre todo por choques frontales y salidas de vía, además de por excesos de velocidad que agravan estas situaciones; y que el 46% de las víctimas pertenece a colectivos vulnerables (peatones, ciclistas y motoristas).