Toma el testigo de Romain Dumas y el Volkswagen ID. R
El Ford F-150 de más de 900 CV se encargó de devorar asfalto en una de las carreteras consideradas como las más peligrosas del gigante asiático
Ken Block lo volvió a hacer. metió su Hoonitruck en un contenedor y se lo llevó ni más ni menos que hasta China, hasta la montaña de Tianmen, lugar elegido para realizar una de sus habituales superproducciones. El estadounidense, conocido por sus artes escénicas al volante de sus cada vez más descabellados vehículos, se tomaba este 2019 como una temporada sabática, sin competir en ningún campeonato a tiempo completo y simplemente realizando apariciones puntuales con su Ford Escort RS Cosworth. En el Rally Legend de San Marino, Donegal, Valais e incluso en el Festival de la Velocidad de Goodwood.
Después de haber presentado en 2018 su Gymkhana número diez, Block buscó una forma distinta de sorprender a sus seguidores. Primero se llevó su Hoonicorn a Pikes Peak para mostrarnos una forma completamente distinta de afrontar la Subida hacia las nubes de Colorado Springs. Toda una orgía de derrapes y goma quemada que era aderezada con tomas completamente al límite, cuyo montaje revelaría el riesgo en cada una de esas grabaciones.
La Climbkhana_Two nos deja escenas incluso más asombrosas, aprovechando un escenario que todavía no había sido prácticamente explorado por el automovilismo. Sería Volkswagen en su intención de publicitar su tecnología eléctrica y la familia ID. La que tomaría la decisión de preparar su prototipo alimentado por baterías y desplazarse por primera vez hasta las 99 curvas que compone la subida a la montaña de Tianmen, también bautizada como las Puertas del Cielo debido a la particular orografía natural de la zona. Con Romain Dumas al volante, los alemanes reclamaban el récord, mientras que Ken Block la encaraba con un enfoque muy distinto.
Con más de 915 CV y tracción a las cuatro ruedas, cada horquilla dibuja un derrape completamente nuevo del piloto nacido en Long Beach, el cual se ha convertido en todo un especialista en este tipo de artes. Todo ello con el habitual humor que caracteriza a los cortometrajes de Ken Block y con la guinda de una carretera que fue construida en apenas ocho años, finalizando su proceso en 2006 y recibiendo la visita de miles de turistas al día.