UN TYPE CB COUPÉ DE VILLE
El hundimiento del Titanic, hace 111 años, es una de las tragedias más recordadas hasta la fecha. La catástrofe se cobró la vida de más de 1.500 personas pero también se llevó al fondo del mar una gran cantidad de historias como la de este Renault que viajaba en la bodega del barco.
La noche del 14 de abril de 1912 el RMS Titanic colisionó con un iceberg a las 23:40 horas. Tan solo tres horas después el transatlántico se hundía en el fondo del océano. Entre sus pasajeros se encontraba un lujoso Renault Type CB Coupé de Ville, el único coche que transportaba el Titanic en sus bodegas.
Este modelo aparece en una de las escenas más icónicas de la película de James Cameron. El momento en el que Jack y Rose dan rienda suelta a su amor en los asientos traseros del Type CB. Algo que parece ser que en la realidad nunca ocurrió. O al menos no hay constancia de ello.
El Renault utilizaba un motor de 2.6 litros con cuatro cilindros en línea y una potencia de 25 CV de potencia. Esto permitía a este clásico alcanzar los 56 km/h. El modelo, con el que era realmente fácil circular en carretera, tenía una transmisión por eje. Además, una de sus peculiaridades era la colocación de su radiador justo detrás del motor. El vehículo estaba catalogado como 'de lujo' en aquella época. Su pecio: 4.500 euros, algo que por aquel entonces era una auténtica fortuna.
Esta 'joya' automovilística era propiedad de Willian Carter de Bryn Mawr, un joven que había heredado una gran fortuna del sector del hierro y el carbón. Este hombre zarpó en el Titanic al querer alargar su estancia en Inglaterra una semana más. Él tenía previsto subir en el Olympic el 3 de abril. Viajaba junto a su mujer y sus hijos, además de dos sirvientes y su chófer, tal como cuenta Univisión.
El cambio de parecer le costó la vida a uno de sus sirvientes y a su chófer. Sin embargo, Carter y su familia se consiguieron salvar al tener preferencia en los botes salvavidas. Elementos que, como sabemos, escaseaban en el barco.
La mayor curiosidadm la encontramos en que el propietario del Renault Type CB solicitó a la empresa del propietario del barco, White Star Lyne, la devolución de lo que le había costado el coche. Un automóvil que, en un modelo similar, alcanzó los 250.000 euros en una subasta. Quién sabe lo que podría costar el ejemplar hundido si se recuperase. Más aún si cabe con la historia que arrastra sobre sus ruedas.