ATENCIÓN, COMPRADORES
Los compradores de vehículos de segunda mano se enfrentan, cada vez más, a posibles peligros a la hora de adquirir su coche usado.
Es una realidad: el precio medio del vehículo nuevo en nuestro país se ha disparado en los últimos años, pasando de poco más de 17.000€ a algo más de 21.000€ en 2021, lo que supone un importantísimo incremento en el coste que los potenciales compradores deben afrontar. La presencia de una importante crisis de suministros ha hecho además que la disponibilidad de coches nuevos no sea óptima, reduciendo equipamientos y aumentando el tiempo de espera.
Esta tormenta perfecta ha hecho que muchos compradores, directamente, opten por pasar del coche nuevo y apostar por el mercado de segunda mano, un mercado que, por su parte, siempre ha estado mucho más 'animado' que el del vehículo nuevo en nuestro país. Es cierto, eso sí, que hemos asistido también a un incremento notable en el precio medio del vehículo usado, algo que responde básicamente a la mayor demanda y disponibilidad de éstos.
De hecho, las propias marcas se han enfrascado en una nueva política de venta de coches reacondicionados con garantía oficial.
Vehículos 'clones': por qué tenemos que extremar las precauciones
En los últimos años hemos hablado en multitud de ocasiones de los 'coches zombis', así como de las precauciones que debemos tomar a la hora de adquirir un coche usado. La plena confianza y seguridad no existe, pero debemos extremar las precauciones y el cuidado a la hora de adquirir un coche usado. La Policía Nacional ha alertado ahora de los coches clonados, coches que pueden jugarnos una mala pasada y darnos un importante disgusto en caso de que nos hagamos con uno.
¿Qué son los coches 'clon'? Básicamente, son coches 'injertados' que son robados y, posteriormente, modificados para hacerse pasar por vehículos legales. Recientemente, la Policía Nacional ha desarticulado un grupo criminal que se dedicaba a esta actividad ilícita, una actividad que hace desaparecer los coches robados y que puede terminar muy mal también para los compradores aunque éstos no sean conscientes de lo que han adquirido.
El funcionamiento es relativamente sencillo e ingenioso: este grupo delictivo adquiría vehículos accidentados a un precio muy reducido. Posteriormente, se encargaba de robar unidades que fuesen lo más similares posible a los vehículos siniestrados que habían adquirido de manera legal, y utilizaba las piezas y componentes de los vehículos robados para devolver a la vida a las unidades accidentadas que, posteriormente, eran puestas a la venta. Y es que al llevar los números de bastidor, placas de matrícula y permisos de circulación de los vehículos siniestrados, estos coches clonados pasan las ITV sin ningún tipo de problema, volviendo a ser 'legales' a ojos del público y de la administración pública.
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