¿ES RENTABLE FABRICAR MASIVAMENTE COCHES ELÉCTRICOS?
Uno de los mayores fabricantes de automóviles del mundo, conocido globalmente, ha cerrado 2022 con unas pérdidas de 3.000 millones de dólares en su división de coches eléctricos. Hablamos de Ford, que parece no haber encontrado aún la solución a esta sangría económica a gran escala.
La apuesta por los coches eléctricos se ha convertido en un gran desafío para los fabricantes tradicionales, acostumbrados a lidiar con el motor térmico y sus características. Ford no ha sido una excepción, ya que hemos conocido recientemente como la marca de Detroit ha perdido más de 3.000 millones de dólares en su división de coches eléctricos durante los últimos dos años, con una previsión que parece mantenerse también para este 2023.
Uno de los principales motivos de estas pérdidas es la fuerte inversión que está realizando la compañía en la expansión de su gama de vehículos eléctricos. Sin embargo, según los responsables de Ford, esperan que la situación cambie a medio plazo y que la división de coches eléctricos entre en beneficios. A finales de 2026, la marca espera lograr un margen de beneficio antes de impuestos del 8%, lo que sería un triunfo espectacular si tenemos en cuenta las pérdidas que genera diariamente en la actualidad.
La división de coches eléctricos, llamada Model E, está actualmente trabajando en la segunda e incluso la tercera generación de vehículos eléctricos de Ford. En la actualidad, esta familia está formada por tres modelos: el Ford Mustang Mach-E, la versión eléctrica de la furgoneta Transit y la pick-up F-150 Lightning, aunque ésta última no se comercializa en mercados tan importantes como el europeo. Ford espera poder contar con una tasa de producción de 600.000 unidades al año para finales de este año. Hay que destacar que, al menos en Europa, a partir de finales de este mismo año va a comenzar a venderse el recién presentado Ford Explorer Electric, un modelo desarrollado en colaboración con Volkswagen y que desde Ford esperan que se convierta en un éxito casi inmediato.
Cerrar un agujero de 3000 millones, pero ¿cómo?
Para alcanzar estas ambiciosas metas, la compañía ha anunciado que levantará cuatro nuevas fábricas de baterías y una nueva planta de ensamblaje de vehículos, además de la inversión en la compra de materias primas para dar forma a los vehículos y sus baterías. Estas inversiones requieren una gran cantidad de capital, lo que ha generado pérdidas para la marca en los últimos años.
A pesar de los desafíos financieros que enfrenta la división de coches eléctricos de Ford, la compañía está apostando fuerte por esta tecnología, convirtiendo a Model E en una especie de startup y buscando la salida a bolsa de forma independiente para recaudar fondos para su expansión. Este formato también les permitirá ofrecer información de ventas y económica de una forma diferente, calculando las ganancias de cada una de las tres divisiones de manera mucho más precisa y fiable.
El futuro de la industria automotriz parece estar claramente orientado hacia los vehículos eléctricos, y Ford no quiere quedarse atrás en esta carrera. Sin embargo, la transición a esta nueva tecnología es costosa y difícil, y está afectando a los números de la marca. Aun así, Ford está comprometida con el desarrollo de su familia de coches eléctricos y está dispuesta a destinar parte de los beneficios de la división de coches de combustión para lograr su objetivo. Solo el tiempo dirá si su apuesta resulta rentable a largo plazo...