COMPRAR UN VEHÍCULO
Para muchos conductores, comprar un coche de segunda mano es un movimiento arriesgado: por muchas precauciones que tomen, este mercado sigue despertando suspicacias por los fraudes y los intentos de estafa. Sin embargo, la ley se ha convertido, desde 2022, en la red de protección del comprador: ¿cómo ha cambiado la garantía de los coches de segunda mano? ¿Qué averías cubre?
¿Cómo conseguir, hoy en día, un coche con entrega inmediata a un precio, más o menos, asequible? Estas dos condiciones nos llevan, casi, directamente al mercado de segunda mano. No obstante, son muchos conductores los que siguen mirando con recelo esta opción: hay que ser paciente, cuidadoso y hay quien se siente algo desprotegido. Ahora, la ley se pone del lado del comprador convirtiéndose en una red de seguridad.
Los timos siempre han estado presentes en los coches de segunda mano, sobre todo cuando la operación de compra se lleva a cabo entre particulares: la fórmula que proporciona los precios más moderados y que, si somos víctimas de una estafa, pueden provocar que el vehículo salga más caro de lo esperado. Por ello, siempre hay que revisar el modelo en profundidad, incluso, llevándolo a un taller. En ocasiones, a pesar de las precauciones tomadas, los fallos y las averías pueden llegar: la garantía será nuestro salvavidas.
Cambia la norma
A principios de 2022, entró en vigor el Real Decreto-Ley 7/2021 con el que se modificaban las condiciones de compra de un coche de segunda mano. ¿Cómo? Ampliando el período de garantía. Por un lado, si compramos el vehículo en un concesionario o a un compraventa profesional, esa protección será, como mínimo, de un año. Si la operación se lleva a cabo entre particulares, el plazo será idéntico siempre que no se especifique otra cosa en el contrato: en cualquier caso nunca podrá ser inferior a seis meses.
El vendedor, responsable
¿Qué ocurre, entonces, cuando compramos un coche de segunda mano y, durante el período de garantía, sufre una avería? Antes de que la Ley de Garantías de la Unión Europea entrara en vigor, era el comprador el responsable de solucionar ese problema o de demostrar que el fallo era anterior a la compra. Ahora no es así: el vendedor es el encargado de llevar a cabo la reparación… siempre que el error no esté reflejado en el contrato y siempre que no se demuestre que es consecuencia de un mal uso por parte de su nuevo propietario.
De esta manera, la ley protege al comprador de los conocidos como vicios ocultos: averías y fallos que el comprador esconde u omite para engañar o defraudar al futuro dueño del vehículo. Así las cosas, las averías que cubre la garantía de un coche de segunda mano son todas las que no estén incluidas en el contrato firmado por ambas partes. Estaría incluida, por lo tanto, cualquier reparación en los seis o doce meses siguientes: fallos eléctricos (baterías, cierres centralizados, elevalunas, fusibles, cableados…), frenos, dirección, amortiguadores, mecánica, sistema de alimentación, de climatización, etc.