En ocasiones, no hace falta irse tan lejos para encontrar innovaciones en el terreno de la movilidad. Y es que cada vez es más frecuente encontrar grupos de trabajo dedicados a búsqueda y creación de nuevas fuentes de energía que sirvan de base para fabricar biocombustibles que sustituyan, en mayor o menor medida, a los combustibles fósiles tradicionales.
Así es como Audi, por ejemplo, ha desarrollado un biocombustible que reduce sustancialmente las emisiones de CO2. VER VÍDEO.