CUATRO ACCESORIOS
Si tu maletero es pequeño o se ha quedado pequeño, existen cuatro maneras de ampliar su capacidad de carga sin tener que cambiar de coche, accesorios que te servirán de cara a realizar un viaje con exceso de equipaje y cumpliendo siempre las normas para evitar una multa.
Puede que tu coche no tenga suficiente maletero. Puede, simplemente, que el espacio de carga se haya quedado pequeño o que, de forma puntual, necesites un extra. Además de distribuir tu equipaje en el habitáculo interior incumpliendo la normativa, una opción que, por tanto, no se puede contemplar, tienes un par de soluciones más: comprar un modelo nuevo, que no siempre es posible, o agrandar esa capacidad con estos accesorios.
Echando un vistazo a las posibilidades que nos ofrece el mercado, son cuatro las principales fórmulas que nos permiten ganar espacio sin comprometer la seguridad del conductor y sus acompañantes: baca, cofres superiores, baúles traseros y remolque. Vamos a analizar sus ventajas y desventajas para echarte una mano y que puedas decidir cuál es la opción que mejor se adapta a tus necesidades.
Baca
Son muchos los modelos que salen de fábrica con un portaequipajes o con unas barras longitudinales sobre las que es posible montar una baca estándar. Esta es, sin duda, la opción más asequible puesto que los precios arrancan en unos 60 euros. A esto hay que añadir, además, que su montaje es sencillo… aunque luego la práctica no lo sea tanto.
Colocar los objetos en la parte superior del vehículo no es fácil y con esta operación podemos dañar la carrocería del coche. Por otro lado, causa un mayor consumo de combustible porque el coche tendrá más resistencia al aire y eleva el centro de gravedad del vehículo haciéndolo más inestable. Para mitigar estos efectos hay que colocar los objetos más pequeños delante y los más grandes detrás además de taparlos con una lona.
Cofres
Colocados sobre las barras del portaequipajes (que también tendrás que instalar), es una solución que pone a tu disposición una buena dosis de espacio extra. Los hay de varios tipos: rígidos, de tela, plegables, tan grandes como el largo del coche, más pequeños… Su incidencia sobre el consumo y el combustible es menor y su precio variará en función del diseño, el tamaño o el material: calcula que, como mínimo, tendrás que invertir cien euros.
Baúl trasero
La tercera opción para por instalar un cofre o un baúl en la parte de atrás del vehículo: es una formula parecida a la anterior, pero cambia la ubicación. Pueden ser convencionales o específicos, es decir, pensados para transportar elementos concretos como bicicletas.
Normalmente van anclados a la bola de remolque así que tendrás que añadir su instalación al presupuesto final además de un pack de matrícula y luces extra para tu coche… además de la conexión eléctrica para las mismas. Son, por lo tanto, más caros que los cofres del techo (a partir de 400 euros), pero tanto su montaje como su uso es más sencillo.
Remolque o carrito
La última solución consiste en complementar la capacidad del vehículo con la de un remolque. Como sucede con los baúles posteriores, necesitarás una bola de remolque y un presupuesto mayor ya que se trata de la fórmula más cara: los encontrarás a partir de 300 euros. Si te decantas por uno de ellos, no olvides que debe cumplir unas características técnicas concretas: tamaño de ruedas, tamaño, contar con frenos o sistema basculante…