SEGÚN ANFAC
El 'Barómetro de Electromovilidad' firmado por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones ha evaluado la penetración de los vehículos electrificados y la infraestructura de recarga pública en nuestro país y en Europa. Aunque España ha crecido, sus progresos no son suficientes para la nueva realidad.
En el mercado español hay una mayor presencia de vehículos electrificados, que han llegado acompañados de una necesaria infraestructura de recarga: ¿cómo se ha adaptado nuestro país a este nuevo escenario si lo comparamos con Europa? Los datos no dejan lugar para las dudas: el coche eléctrico sigue siendo una asignatura pendiente.
Es la principal conclusión que se desprende del ‘Barómetro de Electromovilidad’ firmado por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC). Un estudio que valora la penetración de los vehículos electrificados (eléctricos e híbridos enchufables) y la infraestructura de recarga de acceso público en España y en Europa, durante 2022.
La nota de España
La nota global de España es de 15,3 puntos sobre 100. ¿Y la de Europa? 33,7 puntos: sí, estamos a 18,4 puntos y compartimos la zona baja de la tabla con países como Hungría, República Checa o Italia, que, también, están muy por debajo de la media. La electrificación en el Viejo Continente está liderada por Alemania, Países Bajos y Reino Unido.
Las ventas
El informe analiza dos puntos: la penetración de los vehículos electrificados y la infraestructura de recarga. Las notas no son buenas en ninguno de los dos aspectos, pero en el primero España ha obtenido 23,2 puntos: una nota con la que ha sido antepenúltima en el ranking europeo. La media del continente ha sido de 51,2 puntos, con un crecimiento de 7,4 (nuestro país creció, más o menos, la mitad: 3,6 puntos).
En 2022, en España se vendieron 78.316 turismos electrificados: esto supone un crecimiento del 17,1%, pero, al mismo tiempo, nos recuerda que nos hemos quedado muy lejos del objetivo de 120.000 unidades. Y hay que tener en cuenta que para el presente ejercicio, la meta son 250.000 matriculaciones de vehículos electrificados para poder cumplir con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Los cargadores
La puntuación de la infraestructura de recarga, como decíamos, tampoco sale bien parada. ANFAC sólo ha analizado los postes que están operativos y aquellos que permiten cargas simultáneas: España vuelve a ocupar los últimos puestos con una calificación de 7,3 puntos sobre 100. En Europa, la media es de 16,2 puntos (prácticamente el doble) tras experimentar una mejora de 6,7 puntos: de los países analizados, únicamente Hungría está por detrás.
En 2022, España instaló 18.128 puntos de recarga: una cifra que, como en el caso de las ventas, está alejada del objetivo marcado (45.000). Los cargadores de nuestro país son pocos y de escasa calidad. Hay un dato que lo describe perfectamente: el 79% de los puntos públicos son de baja potencia y solamente el 21% de la red ofrece potencias superiores a 22 kW. Y es que los enchufes de 250 kW o más, que acercarían los tiempos de recarga a los de un repostaje convencional, representan el 2,6% de la red.