A pesar de que, en Estados Unidos,
la categoría de automovilismo por excelencia es la NASCAR, al menos es la que más espectadores arrastra, también hay un gran interés por las carreras de monoplazas u open-wheels, tal y como se denominan en Norteamérica. Es por ello que, si expones
un vehículo de la IndyCar de los años setenta en la calle durante sesenta minutos, será suficiente para atraer cientos de miradas de curiosos y de gente que no se podrá resistir a sacarse una foto junto a él. Este fue el experimento social realizado por
Donut Media delante de sus oficinas centrales situadas en la zona este de Los Ángeles. Hasta allí desplazaron
el monoplaza de la IndyCar de 1977 propiedad del especialista de escenas de riesgo Evel Knievel y lo dejaron expuesto a la intemperie, aparcándolo delante para observar las diferentes reacciones de los viandantes que en esos momentos pasaban por la calle. Muestras de asombro, sabelotodos que conocían su exacta procedencia hasta la declaración de intenciones de más de uno que aseguraba que “lo robaría”. Una última prueba de fuego.
¿Qué ocurre si se deja un ticket de aparcamiento que ha expirado? Seguro que la responsable recibirá un ‘plus’ por no dejarse llevar por irresistible atractivo de un coche de competición al alcance de tu mano. Incluso es meritorio el empeño a la hora de buscar un número de chasis o una referencia a la que poder atribuir la multa de estacionamiento.
En este otro vídeo se puede ver cómo se gestó el experimento: