PUEDE SALVARTE LA VIDA
Si por la razón que sea te has quedado atrapado en un coche, puede que el truco del reposacabezas te salve la vida.
A nadie le gustaría verse envuelto en una situación así, pero la realidad -y sobre todo la estadística- se empeña en llevarnos la contraria: miles de personas se ven cada año envueltas en situaciones desagradables al volante o, simplemente, viajando como ocupantes en un coche. Y es que con decenas de millones de coches circulando a diario por nuestras carretera, parece imposible que no se den situaciones de peligro en las que saber cómo actuar puede suponer una gran diferencia.
En caso de accidente o situación de peligro, una de las máximas que debemos cumplir es la de abandonar el vehículo lo antes posible, siempre con seguridad. Esta máxima debe cumplirse especialmente si nos hemos quedado atrapados y, por ejemplo, nuestro vehículo ha caído al agua o ha volcado y no somos capaces de abrir ninguna puerta. En ese caso, parece que romper una la luna del vehículo es la solución más apropiada para salir lo antes posible del interior.
El truco que os traemos hoy, el del reposacabezas, puede suponer la diferencia entre que todo quede en un susto o tener que lamentar males mayores. Y es que si bien el reposabezas de los asientos suele asociarse con conceptos como la comodidad o la correcta posición de conducción, lo cierto es que puede ayudarnos -y mucho- en caso de necesitarlo.
El truco del reposacabezas que puede ayudarte en una situación de peligro
Así es: simplemente con un reposacabezas puedes salir del interior de un coche se te has quedado atrapado. ¿Cómo? Es tan simple como sacarlo de su emplazamiento, algo que suele llevarse a cabo pulsando un botón que suele estar ubicado en alguna de las bases o 'patas' del mismo. Cuando lo hagas, te darás cuenta de dónde está realmente el truco: la estructura del reposacabezas es metálica, de forma que sus patas (generalmente dos) son idóneas tanto para hacer palanca como para poder golpear la ventanilla y partirla en mil pedazos.
No tengas miedo en caso de tener que romper un cristal: los cristales laterales de nuestros coches están templados para que al romperse lo hagan en pequeños trozos que, además, no tengan aristas cortantes. Simplemente, haz palanca en una de las esquinas del cristal para que éste se parta, algo que podrás hacer con facilidad teniendo en cuenta que las dos sujecciones del reposabezas son relativamente largas. De esta manera, en apenas unos segundos, conseguirás abrir un hueco lo suficientemente grande como para abandonar el habitáculo del vehículo aunque este se esté hundiendo o aunque sus puertas no se abran, independientemente de la razón.
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