Un reciente estudio de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign sugiere que
la adición de tan solo un pequeño número de coches autónomos al tráfico rodado convencional podría servir para poner fin a un gran número de las situaciones de congestión y atasco. Los conocidos como atascos fantasma son las situaciones en las que sin motivo aparente comienzan las retenciones por la simple diferencia entre los estilos de conducción. El caso de estudio más habitual para estudiar los atascos fantasma es mediante la circulación de varios coches (20 en este caso) describiendo un círculo e intentando mantener una distancia y velocidad similares para que en ningún momento se entorpezca. Los resultados de estas pruebas demuestran que tarde o temprano aparecen las diferencias en materia de velocidad, lo que provoca ritmos cambiantes de aceleración y provoca irremediablemente retenciones. La presencia de un único coche autónomo en este grupo de 20 coches convencionales
consigue reducir la desviación típica de velocidad de todos los automóviles del atasco en alrededor de un 50%. Asimismo, el número de frenazos bruscos se ve reducido de 9 por vehículo y kilómetro recorrido a 2,5 como máximo, y a veces hasta prácticamente cero. Gracias también a la eliminación de constantes frenazos y aceleraciones,
el consumo de combustible también se ve mejorado en un 40% en todos los vehículos gracias a la presencia de ese único vehículo autónomo. Fuente:
MIT En Centímetros Cúbicos: