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DIFERENTE A LAS TRADICIONALES

¿Conoces la particular forma de circular por una turborotonda? La DGT despeja todas tus dudas

Prometen agilizar el tráfico un 35% más que una glorieta tradicional gracias a una serie de peculiares características.

Explica la Dirección General de Tráfico que una turboglorieta es un tipo de intersección con un diseño especial que da un giro de tuerca al concepto convencional de las rotondas. El objetivo de unas y otras es aligerar la circulación, pero a la hora de la verdad son pocos los conductores que tienen claro cómo deben moverse por ellas. La DGT despeja todas las dudas: así es la particular forma de circular por una turborotonda.

Su origen lo encontramos en los años 90: fueron los Países Bajos quienes encontraron están fórmula para aliviar las congestiones que se creaban en las intersecciones. A España tardaron algo más en llegar: lo hicieron en 2009 en la localidad asturiana de Grado. Las turborotondas prometen agilizar el tráfico un 35% más que una glorieta tradicional y para ello se valen de la sencillez de su funcionamiento: tienen más capacidad y en ellas el conductor tiene que tomar menos decisiones.

Turborotonda | DGT

Guías de entrada y salida

Lo cierto es que las rotondas y las turboglorietas parten desde el mismo principio: los vehículos que circulan dentro tienen prioridad sobre los que pretendan acceder. No obstante, el camino en una y otra es diferente. Las primeras no cuentan con un diseño circular sino que tienen forma de espiral para facilitar la circulación. Y es que estas intersecciones ordenan el tráfico guiando la entrada y la salida de cada coche.

La forma de circular en las turborotondas es, por tanto, algo particular. Como conductor debes escoger el carril por el que te vas a mover antes de acceder a la zona central de la intersección. En cada entrada te encontrarás con dos carriles:

  • Exterior (ubicado a la derecha): será el que elijas si vas a salir por la primera o la segunda salida.
  • Interior (situado a la izquierda): es el que debes recorrer para abandonar la intersección por la tercera o sucesivas.
Rotonda | Pixabay

Sin cambios de carril

La elección debe ser la acertada porque apenas tendrás espacio para abandonar esa zona hasta que salgas: cada carril lleva a distintas salidas así que si te confundes sólo dispondrás de unos metros en los que sí está permitido cambiarse de vía. No olvides que al eliminar los cambios de carril en la circulación interior, se reducen los puntos de conflicto… pero también la posibilidad de dar una vuelta entera si nos hemos pasado o equivocado.

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