Es sumamente importante
Conducir con lluvia o nieve puede resultar muy peligroso, motivo por el que la DGT recuerda cómo debemos usar las luces en dichas circunstancias.
Las condiciones meteorológicas adversas pueden ser sinónimo de accidente o de mayor peligro en la carretera, por lo que debemos extremar las precauciones. Con esta premisa, es necesario tener en cuenta ciertas medidas de seguridad para poder crear una convivencia más -valga la redundancia- segura para todos los conductores. Es por ello precisamente que la DGT recuerda cómo debemos usar las luces de nuestro coche en caso de lluvia o nieve intensa, dos circunstancias sumamente peligrosas.
Y es que debemos tener en cuenta que, cuando el tiempo así lo demanda, es tan importante tanto ver nosotros con claridad como que los demás conductores nos divisen correctamente. Y es que, si mezclamos una mala visibilidad con no poder vislumbrar a otros coches, tenemos un resultado fatal que puede derivar en un accidente implicando a otros vehículos.
Por norma general, consideramos que las luces antiniebla tan solo deben activarse cuando hay niebla densa y, aunque no es del todo mentira, existen otros escenarios en los que la ley nos permite hacer uso de este alumbrado. Al fin de cuentas, estas luces no solo nos ayudan a distinguir bien la vía cuando tenemos un acontecimiento climatológico obstruyendo nuestra visión, sino también a que otros conductores se percaten de nuestra presencia en la carretera.
Así, la Dirección General de Tráfico recuerda que, ante lluvia o nieve intensa, además de llevar los neumáticos adecuados y cadenas en caso de que sea necesario, debemos circular con las luces antiniebla activadas y con las luces de cruce. Por supuesto, es necesario ser consciente de los riesgos visuales que conlleva una baja visibilidad en caso de que hagamos un mal uso de las luces.
Y es que, en caso de circular con niebla densa, podemos generar lo que se conoce como efecto espejo. Este se produce si activamos las luces largas durante un episodio de niebla pensando que veremos mejor, pero lo cierto es que es hasta peligroso. Y es que, debido a la niebla, si proyectamos un haz de luz directo este tendrá un efecto rebote y podría deslumbrarnos a nosotros mismos, motivo por el que las luces antiniebla -más potentes que las de cruce- se sitúan en la parte baja del vehículo.