Que existe cierta
diferencia entre el consumo homologado y el consumo real de un coche, sin embargo esta diferencia está llegando a unos valores muy preocupantes que rozan el valor ético de ofrecer registros de consumos. A estas alturas nadie duda de que el
ciclo de homologación de consumos NEDC ha quedado obsoleto y por ello ya está en marcha el nuevo ciclo de homologación de emisiones cuyos primeros resultados podemos conocer en las primeras mediciones de consumo real hechas en y .
Desde
Transport & Environment, el organismo encargado de vigilar e investigar en relación al transporte y la legislación europea, vuelven a ofrecernos un golpe de realidad en base al último informe que relaciona las marcas de coches en función de las
diferencias entre consumo real y consumo homologado. El problema que descubre este estudio es que esa diferencia no parado de crecer en los últimos años, encontrando como
en 2001 ya existía una diferencia del 9% de media, pero que a día de hoy con los últimos datos recogidos alcanza el 42%. Según las perspectivas del informe, para 2020 la diferencia media del mercado se situará en el 50%, algo que afecta muy negativamente al bolsillo del conductor aunque éste intente repostar siempre en las .
A la hora de analizar los registros en cuanto a diferencias de consumos por fabricante, la marca
Fiat es quien queda situada en mejor posición con una desviación de "tan sólo" el 35%. Al otro lado de la estadística nos encontramos a
Mercedes-Benz cuya diferencia entre consumo real y consumo homologado alcanzar un preocupante 56%, la más alta jamás medida. Esto quiere decir que en un vehículo cuyo consumo homologado sea de 5 l/100 Km, el conductor después tendrá que hacer frente a un consumo real de 7,8 l/100 Km. Estos datos nos dejan ante la alarmante situación de que
las discrepancias no paran de crecer y que los fabricantes conocen muy bien como actuar antes las pruebas de homologación para conseguir que sus coches pasen con muy buena nota estas pruebas. Esto no quiere decir que sea ilegal, de hecho es completamente legal ya que los fabricantes tan sólo diseñan sus coches para la homologación de consumos, sin embargo deja al usuario ante la cruda realidad de que los valores de consumo comunicados por el fabricante como mínimo serán un 35% mayores en la vida real. Fuente:
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