Los controles de alcoholemia son necesarios, aunque molestos. Sin embargo, nada te va a salvar si has cometido un delito...
Las leyendas en torno a los controles de alcoholemiason variadas, pero, afortunadamente, ninguna de ellas es cierta ni te va a salvar de una multa si te la mereces
Los controles de alcoholemiaexisten desde hace décadas, son viejos conocidos de los conductores más veteranos. La tolerancia al alcohol cuando se trata de conducir está en claro descenso, pero aún así, aún a día de hoy, hay muchas personas que cogen el coche después de haber consumido alcohol. Para ellos van todos estos trucos que, afortunadamente, no sirven para esconder la ingesta de alcohol frente a un alcoholímetro.
1. Masticar chicle o granos de café esconde el alcohol
Mentira. El alcoholímetro mide el nivel de alcohol en el aire que expiramos, por lo que masticar granos de café o chicle no servirá para nada más que para tener buen sabor de boca cuando te pongan la multa.
2. Enjuagarse la boca con colutorio puede influir en la medición
Otra mentira. Enjuagarse con colutorio con alcohol no va a influir en la medición, y si lo hace es porque te has enjuagado, has escupido y acto seguido has soplado. Teniendo en cuenta que eso no va a suceder nunca, la variación sería, en todo caso, mínima...asi que no, no sirve de excusa.
3. Hacer ejercicio para bajar el nivel de alcohol
No, no te va a servir de nada. Hacer mucho ejercicio y muy de golpe para activar el organismo no te va a servir de mucho de cara a una segunda prueba de alcoholemia. Tendrías que estar varias horas haciendo mucho ejercicio para notar la disminución, y no es algo que los agentes vayan a permitir.
4. Beber aceite o claras de huevo
Hacer algo así lo único que provoca es un retraso a la hora de metabolizar el alcohol, por lo que el único efecto que encontraríamos, además de provocar una digestión mucho más pesada, sería un retraso a la hora de eliminar todo ese alcohol que hemos consumido. No, no te va a servir para nada.