ANÁLISIS EUROPEO
El parque automovilístico europeo está integrado por 282 millones de vehículos: de ellos, algo más de 32 millones son españoles
El parque automovilístico de la Unión Europea está formando por 282 millones de vehículos: de ellos, algo más de 32 millones tienen matrícula española. Todos pagan (más o menos) impuestos: según el análisis fiscal de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), en el Viejo Continente se recaudan 374.600 millones de euros. Y, a pesar de lo que puede parecer, España es el país con menor carga impositiva.
Las arcas públicas de España ingresan, cada año, 34.100 millones de euros procedentes de los impuestos relacionados con el coche. Una cifra que se acerca mucho a la que ya apuntó Ganvam: 30.000 millones. ¿Cuál es la situación de otros países? En Italia las tasas del mundo del motor reportan 76.300 millones y en Francia, 73.400.
España, a la cola
Y es que España es, dentro de la Unión Europea, el país en el que sus conductores menos impuestos tienen que pagar: 1.148 euros de media. Los siguientes países que encontramos por detrás del nuestro son Grecia (1.254 euros) y Portugal (1.290 euros).
En otros Estados miembro como Suecia pagan una media de 1.543 euros, mientras que en Alemania se sitúan en 1.764 euros. Con ellos la diferencia no es tan grande como con las naciones con mayor carga impositiva: Bélgica (2.892 euros), Finlandia (2.723 euros) e Irlanda (2.438 euros).
¿Por qué, a pesar de lo que muchos creen, estamos a la cola? Porque en nuestro país se compran, mayormente, modelos más baratos y más pequeños que en el resto de la UE debido a que los consumidores están condicionados por su poder adquisitivo.
El peso de cada impuesto
Aunque cada país europeo tiene su propia fiscalidad, en la mayoría de ellos, el impuesto a los hidrocarburos es el que más ingresos proporciona. En España, por ejemplo, supone 20.500 millones de euros, en Francia 35.200 millones, en Italia de 37.300 millones y en Alemania 37.700 millones.
La segunda tasa en la lista es el IVA: tanto el asociado a la compra del propio vehículo como el de los servicios vinculados. En España, desde septiembre de 2012, es del 21% en el caso de los modelos nuevos: un porcentaje que está en la media europea puesto que en Luxemburgo es del 17% y en Hungría del 27%.
Y, por último, nos encontramos con el Impuesto de Circulación y el de Matriculación. En 2021, en España, estas tasas se tradujeron en una recaudación de 2.961 millones y 467,9 millones, respectivamente. El total, por lo tanto, fue de más de 3.300 millones de euros: una cifra alejada de los 17.300 millones que se recaudan, anualmente, en Dinamarca, el país con mayor carga impositiva en este apartado.
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