Disfrutar de nuestro coche todos los días del año es algo a lo que, la mayoría de las ocasiones, no damos la importancia y el valor que realmente tiene. Disponer de un vehículo en la puerta de casa tiene unos costes bastante importantes, costes que, si ponemos por escrito, pueden darle una sorpresa a más de uno.
Vamos a realizar un cálculo bastante básico, tomando como referencia un coche de gasolina, que actualmente es el combustible más vendido en nuestro país, con un consumo medio de 7 litros/100 km, al que se le realiza un kilometraje anual de unos 15.000 km, y que tiene un valor, en caso de adquirirlo nuevo, que ronda los 20.000€.
El primer gasto es el seguro. Si optamos por un seguro a todo riesgo con franquicia de 300€, tendremos que abonar una media de 400€ anualmente. A eso hay que sumar el mantenimiento (180€ al año) y el impuestode circulación, que ronda los 60€ de media. La cifra comienza a ser cada vez más abultada, ¿verdad?
A ello habrá que sumar, lógicamente, el gasto en carburante. Con un precio medio de 1.25€/litro para la gasolina SP 95, si recorremos unos 15.000 km al año a una media de 7 litros/100 km, obtenemos el siguiente gasto en carburante: 1.300€ anuales. Ahora hay que sumar otros gastos variables como algún accesorio que se compre para el coche o el lavado y cuidado del mismo. Pongamos unos 150€ al año entre lavado y 'juguetitos'.
¿Hacemos la suma? Bien, entre seguro, impuesto, mantenimiento…obtenemos 540€ a los que hay que sumar los 1.300€ de gasolina y los 150€… lo que da una cifra final de 1.990€. Todo ello sin contar el coste de adquisición del vehículo, su depreciación u otros gastos variables como multas o averías.
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