UNA MEDIDA PARA PACIFICAR EL TRÁFICO
El tiempo pasa rápido y el límite de 30 km/h lleva ya un año con nosotros en las ciudades de todo el país.
Los tiempos cambian, y con ellos también las normas de circulación. La manera de desplazarnos que tenemos hoy en día poco tiene que ver con la manera de movernos que aplicábamos a nuestros desplazamientos hace años, de manera que es lógico pensar que surjan nuevos métodos y formas de ir de un lado a otro. Por eso, en los últimos tiempos hemos asistido a una auténtica explosión de diferentes formas de movilidad en el plano personal.
Estamos hablando de, por ejemplo, las bicicletas eléctricas o los aún más populares patinetes eléctricos, pequeños vehículos que permiten movernos de un lado a otro de manera rápida y eficiente, con un coste muy reducido y una gran polivalencia. De cualquier manera, la llegada de este tipo de vehículos no ha desplazado a los vehículos más tradicionales en las ciudades, de manera que ahora tenemos que aprender a convivir entre todos.
Para ayudar a que ese 'aprendizaje' sea más seguro y rápido, las administraciones encargadas de gestionar el tráfico han modificado numerosas normas de circulación, entre ellas el límite genérico de velocidad en vías urbanas, que ha pasado de 50 km/h a 30 km/h en todas las vías con un carril por sentido, reduciéndose a 20 km/h en el caso de vías con plataforma única para acera y calzada. En cualquier caso: hoy, 11 de mayo, se cumple un año de la llegada de este nuevo límite de velocidad. ¿Ha sido efectiva la aplicación de esta medida?
Un año de los 30 km/h en ciudad
Hace unos días, el director de la DGT, Pere Navarro, acudió a la presentación de una nueva campaña de concienciación sobre el consumo de alcohol al volante bajo el lema 'Conducción responsable, cerveza SIN'. En ella, tuvo la oportunidad de valorar la efectividad de la reducción del límite de velocidad en vías urbanas. "Las velocidades medias en ciudad han bajado y la siniestralidad, como consecuencia de la disminución de la velocidad, también ha bajado" afirmó Navarro, apuntando a una tendencia positiva en cuanto a siniestralidad vial.
El titular de la DGT lo tiene claro: "Esta sí es una medida que apunta a la protección de los vulnerables en el ámbito de las ciudades". La realidad es que son muchos los estudios, entre ellos los de la propia Organización Mundial de la Salud, los que afirman que la velocidad supone un factor de riesgo muy importante en los siniestros urbanos, de manera que un peatón que es atropellado por un turismo que circula a 50 km/h tiene un 90% de probabilidades de fallecer, mientras que si el atropello se produce a 30 km/h, las probabilidades descienden hasta el 10%.
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