UNA CUESTIÓN DE "BANDERA"
El FIAT Topolino es la interpretación de la firma italiana de lo que supone la movilidad más urbana y sostenible para una marca de coches. Sin embargo, un buen número de unidades del pequeño microcoche han sido retenidas en la frontera italiana por las autoridades...¿cuál es el motivo?
En 2023 FIAT lanzó el Topolino, un pequeño vehículo eléctrico de menos de tres metros diseñado para la movilidad urbana. El Topolino, que es esencialmente un Citroën AMI con modificaciones estéticas, se comercializa como una opción asequible y estilosa para moverse por la ciudad. Stellantis, la empresa matriz de FIAT, ha optimizado su producción utilizando componentes y diseños compartidos. Por ejemplo, el Topolino tiene la misma parte delantera y trasera, diferenciándose solo en el color de los faros, y cuenta con puertas asimétricas, lo que reduce los costes y tiempos de fabricación.
Un detalle importante del Topolino es la inclusión de una pequeña bandera italiana en la puerta, un toque estético que FIAT ha utilizado para enfatizar el "carácter italiano" de su vehículo. Sin embargo, este detalle ha está causando problemas en la frontera italiana, donde 134 unidades del Topolino han sido bloqueadas porque, según la ley italiana, no pueden utilizar la bandera si no son productos "auténticamente italianos".
La normativa en cuestión se originó para proteger productos nacionales, ya que según esta ley, sólo los productos fabricados en Italia pueden utilizar imágenes, nombres o símbolos que recuerden al país para evitar la confusión del consumidor. Este conflicto entre Stellantis y el Gobierno italiano no es nuevo. Poco después de la presentación del Alfa Romeo Milano, un SUV compacto, el gobierno obligó a la empresa a cambiar su nombre a Alfa Romeo Junior porque el vehículo se fabrica en Polonia, no en Italia. El Topolino, por su parte, se produce en Marruecos, lo que ha originado otra situación similar en este caso ya en territorio italiano, con las más de 100 unidades del Topolino sin poder moverse de dependencias fronterizas italianas.
Stellantis y el gobierno italiano han tenido varios enfrentamientos recientemente. Carlos Tavares, CEO de Stellantis, ha mencionado en varias ocasiones la necesidad de trasladar la producción a países con costes más bajos para mantenerse competitivos. Esto ha incluido amenazas de despidos y propuestas de ensamblar coches chinos en plantas italianas.
Para resolver la situación con el Topolino, FIAT ha decidido eliminar la bandera italiana de la puerta del vehículo. La compañía ha sido transparente sobre el origen marroquí del coche, pero para evitar más problemas legales, han optado por esta solución. Mientras tanto, la tensión entre Stellantis y el Gobierno italiano continúa, y es probable que veamos más disputas en el futuro.