ELECTROGENIC CREA UN KIT DE ELECTRIFICACIÓN PARA EL DELOREAN TRAS TRABAJAR EN OTROS COCHES CLÁSICOS
Gracias a dos baterías de 43 kWh desarrolla unos 217 CV y pasa de 0 a 100 en unos cinco segundos, el doble que el DMC-12 original
Aunque llegaron a venderse entre 8.500 y 9.000 unidades en todo el mundo, ver un DeLorean es bastante inusual, aparte de un momento que siempre nos va a llevar a la mítica ‘Regreso al Futuro’, donde Marty McFly necesitaba 1,21 gigavatios para que el DMC-12 de Doc Brown pudiera volver a 1985. Solo que esta vez no necesita tanta potencia dado que lo lleva en un kit de electrificación para convertir el DMC-12 en un coche cien por cien eléctrico. Y sí, lleva incorporado un condensador de flujo (o fluzo, como se decía en el doblaje español) aunque es un elemento estético.
La empresa británica Electrogenic lleva varios años trabajando en kits de conversión para vehículos clásicos, desde coches pequeños como el Mini Cooper original hasta el Land Rover Defender o su proyecto más ‘estelar’, electrificar el Rolls-Royce Phantom II de 1929 propiedad del actor Jason Momoa, pasando por otros kits como el del Porsche 911 o el precioso Jaguar Type-E. Además, también han desarrollado soluciones de movilidad eléctrica para fabricantes e incluso para el ministro de defensa de Inglaterra.
Con este kit uno dice adiós al motor PRV V6 (en su especificación americana daba menos potencia por cuestiones medioambientales) para dar la bienvenida a un motor eléctrico que se sitúa sobre el eje trasero, teniendo encima una batería de 43 kWh a la que se suma otra batería situada en la parte delantera, donde normalmente iría el tanque de gasolina. En comparación con un DMC-12 estándar, el conjunto pesa unos 40 kilogramos más, de modo que se mantiene con un peso más que aceptable.
El resultado es que, en lugar de ser empujado por 130 CV y tener un 0 a 100 de más de diez segundos, gracias a su motor eléctrico de más de 217 CV es capaz de acelerar hasta tal cifra en algo menos de cinco segundos, al poder entregar el par de inmediato. En lo que a autonomía respecta está algo limitado, con un estimado aproximado de 250 kilómetros de autonomía antes de tener que parar a recargar. Cuenta con sistema CCS de carga rápida además de tecnología V2L de modo que se pueden cargar otros aparatos con la energía contenida en la máquina de acero inoxidable.
Por dentro tiene algunas sorpresas más: de entrada, cuenta con un cuadro de mandos digital que muestra tanto el uso de la batería, el estado de la carga y el modo de conducción en el que se circula, pudiendo elegir un modo Eco o un modo Sport que saque todo el rendimiento del motor eléctrico. También cuenta con Launch Control, algo que los kits eléctricos de Electrogenic no tenían hasta ahora.
La posibilidad de moverse sin gastar una gota de gasolina, combinada con el aspecto atemporal del Delorean, tanto en el exterior como en el interior, ahora es posible, pudiendo aplicarse esta conversión tanto para unidades con la caja de cambios manual como con la automática. Y, en caso de que uno no acabase convencido, incluso sería posible reconvertirlo a coche de combustión.