Desde el 10 de septiembre las ITV ya analizan la centralita de nuestros coches
Las populares reprogramaciones de potencia se enfrentan ahora a la prueba de diagnosis de las ITV.
El pasado 10 de Septiembre entró en vigor la polémica prueba de diagnosis a través del puerto OBD. A través de esta nueva prueba las ITV pretenden detectar cualquier posible manipulación, eliminación o avería en los sistemas de seguridad y anticontaminación, especialmente estos últimos debido a la deleznable moda de anularlos a fin de evitar averías con sus obligadas visitas al taller y/o ganar más prestaciones. La nueva prueba OBD ya es un examen más dentro del protocolo de revisión de las ITV, aunque solo afecta a los coches fabricados a partir de 2006, es decir, los coches fabricados bajo normativa Euro 5 y Euro 6 cuyas exigencias obligan al uso de sistemas antipolución más avanzados: FAP, EGR, catalizadores, SCR con AdBlue, etc.
Pero existe una duda muy extendida entre los conductores que en su momento decidieron recurrir a una reprogramación para su coche, y esta duda es si ese cambio en los parámetros que rigen el funcionamiento del motor para ofrecer más potencia puede provocar el suspenso en las nuevas ITV. La respuesta a nivel general es que no, las reprogramaciones no serán motivo de suspenso en las ITV, pues estas modificaciones del mapa motor afectan al rendimiento pero no tienen por qué anular los sistemas anticontaminación. Todos los detalles en este vídeo que hemos preparado para ti.