Un conductor de autobús ha sido detenido tras un control de alcoholemia en el que ha multiplicado por 8 el límite
Un conductor de autobús ha sido detenido tras ser interceptado conduciendo en condiciones pésimas, multiplicando por 8 el límite de alcoholemia para conductores de autobús.
Un conductor de autobús ha sido detenido hace unos días en As Cancelas, Santiago de Compostela, tras la llamada a las autoridades de una vecina, alarmada tras obervar como un autobús circulaba haciendo eses por la carretera. Tras ser interceptado por una patrulla de la Policía Local, se le sometió a una prueba de alcoholemia con el que corroborar el lamentable estado del conductor.
Robert P., de nacionalidad polaca, circulaba a última hora de la noche en condiciones pésimas, teniendo como objetivo recoger a unos peregrinos de su misma nacionalidad. Tras ser interceptado, en la primera prueba de alcoholemia el resultado fue de 1.13 miligramos por litro de aire expirado, lo que supone multiplicar por 8.6 el límite para conductores profesionales, fijado en 0.15 mg/litro.
Tras negarse a someterse a un análisis de sangre, prueba que arroja un resultado más preciso que la prueba de alcoholemia, fue trasladado a dependiencias policiales, donde pasó la noche. Y es que el "angelito", además de conducir completamente ebrio, circulaba con las puertas del autobús abiertas, algo totalmente prohibido según la legislación vigente.
Los agentes afirman que su corpulencia y peso, cercano a los 140 kilos, fue determinante para evitar un desmayo del conductor, ya que la tasa de alcohol arrojada es prácticamente incompatible con la consciencia. Ahora el conductor, que ya ha sido puesto a disposición judicial, se enfrenta a un delito contra la seguridad vial, castigado hasta con seis meses de cárcel, así como con la retirada del carnet de conducir de uno a cuatro años.