La DGT admite la presencia de cajas de radares sin nada en su interior
Sí, algunos radares fijos, de esos que vemos en las carreteras, en realidad sólo son cajas, sin nada en su interior. Lo confirma la DGT.
Los radares se han convertido a estas alturas en uno de los elementos más "odiados" por los conductores de este país, que ven en estas herramientas de control de velocidad un simple método recaudatorio. La realidad es que estos sistemas están diseñados y colocados estratégicamente para reducir la siniestralidad vial, aunque en algunos casos la propia DGT juegue un poco "al despiste".
¿A qué nos referimos? Estamos hablando de una afirmación llevada a cabo por el propio director de la DGT, Pere Navarro, que en una entrevista con los compañeros de Europa Press lo ha dejado claro: no todas las cajas con señalización de radar contienen uno dentro. Y es que, según el director de la DGT, "con solo el cartel de aviso de radar surte efecto".
Con esta medida se consiguen dos objetivos: el primero es que el conductor reduzca la velocidad en un tramo peligroso, algo que se lleva a cabo por el simple hecho de ver el cartel que avisa de la presencia de un radar aunque en realidad el mencionado radar no exista, y el segundo es reducir el gasto en radares, una inversión que no siempre es rentable.
¿Existe algún método para distinguir un radar "real" de otro que en realidad no existe? No, pero sí existe un método para evitar que los radares multen a nuestro paso: reducir la velocidad y adaptarla tanto a los límites de velocidad como a las condiciones de la vía, cambiantes en cada momento, siendo un factor del que debe ocuparse el raciocinio del conductor.