UN ACTO MUY PELIGROSO
Arrojar una colilla al suelo puede parecer para muchos una acción inofensiva, pero lo cierto es que puede tener resultados devastadores.
El verano tiene muchas cosas buenas, tales como vacaciones, disfrutar de la playa, de la familia o de los amigos. Pero también tiene algo malo, y son las altas temperaturas que se registran. Estas, lógicamente, no son amigas de objetos o elementos que puedan provocar incendios, siendo las colillas claro ejemplo de ello.
De esta manera, la DGT no ha dudado ni un segundo en no solo recordar el precio que tiene arrojar un cigarrillo desde el coche, sino también los riesgos que esta incívica acción conlleva. Así, nos encontramos con una multa inicial de 500 euros y la pérdida de seis puntos del carnet, pero también con la posibilidad de afrontar una pena de seis años de cárcel.
Y es que así lo ha recordado la Dirección General de Tráfico en sus redes sociales, donde aprovecha para indicar no solo un alto riesgo de incendio, sino también otros problemas muy graves. Entre ellos el de provocar un accidente a un ciclista o a un motorista, ya que en caso de que la colilla vaya en su dirección esta puede impactar directamente en su cuerpo generando quemaduras y, por ende, una colisión.
Pero si esto se combina con que suceda en una zona con árboles o vegetación, podemos incendiarla. Todo ello se agrava aún más en esta época del año, la cual ofrece altas temperaturas que, de la mano de colillas o botellas de cristal, se pueden generar graves incendios.
De darse dicha situación, podríamos enfrentarnos a penas de entre tres y seis años de cárcel, así como a multas de 18 a 24 meses. A ello hay que sumarle que, aunque bien es cierto que fumar mientras uno conduce no está prohibido, sí que puede suponer una distracción al volante.
Y en caso de que un accidente o infracción se cometa a raíz de encendernos un cigarrillo, por ejemplo, podemos enfrentarnos a una multa de 80 euros.