UN FENÓMENO FRECUENTE
Son muchos conductores que, durante la conducción, desconectan momentáneamente y circulan durante unos metros de manera automática
Conducir implica un elevado nivel de concentración, pero, en ocasiones, hay una serie de circunstancias que merman nuestra atención. Poner nombre a estos fenómenos es fundamental para reconocerlos y evitarlos: es el caso de la hipnosis de la carretera, algo que ha vivido la mayoría de los conductores cuando, sin darse cuenta, han circulado en ‘modo automático’.
La hipnosis de la carretera también es conocida como ‘fiebre de la línea blanca’ porque la abstracción del conductor también tiene lugar cuando centra la mirada en las líneas blancas que limitan los carriles de la vía, algo habitual en los tramos nocturnos. Durante este proceso, la mente desconecta de la conducción y tras un lapso de tiempo que suele ser breve, vuelve a reaccionar a los estímulos externos.
El conductor no recuerda qué ha hecho durante esos metros porque su conducción era automática: la actividad cerebral se ralentiza porque el patrón de movimientos y los estímulos son predecibles así que los movimientos se llevan a cabo por inercia sin ser plenamente conscientes de lo que está sucediendo. ¿Cómo se llega a este punto? Son varias las causas que pueden originar este estado de trance.
¿Por qué se produce la hipnosis de la carretera?
En estos episodios hay cuatro factores que se repiten con relativa frecuencia. El primero de ellos es el cansancio, que provoca alteraciones en la información que nos llega desde la carretera y en cómo reaccionamos ante ella.
El segundo es el recorrido: si conocemos el trayecto con detalle es probable que la atención que ponemos en él sea menor que cuando afrontamos una carretera que no conocemos y estamos más alerta. El tercero es el horario: cuando conducimos de noche disminuye el nivel de tráfico y esto induce a cierta relajación al volante. Y el cuarto es el escenario: las vías monótonas, plagadas de rectas o con paisajes que no cambian pueden provocar un automatismo de nuestros movimientos.
¿Cómo evitarlo?
Algunos estudios apuntan que la hipnosis de la carretera es un estado parecido al de la meditación, es decir, el subconsciente entraría en acción inmediatamente ante un estímulo exterior. Otros, sin embargo, afirman que esta reacción es mucho más lenta que en una situación normal. Sea como sea, hay formas de evitar este fenómeno: descanso adecuado, una correcta hidratación, mantener el interior a una temperatura agradable, hacer paradas cada dos horas, conducir sin fijar la vista en un punto y buscar estímulos externos para asegurarnos de que circulamos de forma consciente.