HAY MILES
En España existirían conductores privilegiados que desde Tráfico no podrían identificar ni sancionar. Te decimos dónde está el vacío legal del que se aprovecharían muchos.
Aunque es sobradamente sabido que la matrícula de un vehículo es la identificación legal del mismo, lo cierto es que en España (y otros países) existen algunas placas con combinaciones de las que no se puede obtener casi ningún tipo de información, pues pertenecen y han sido reservadas a coches oficiales o de seguridad. Estas matrículas se conocen como opacas y presentarían un problema de transparencia, incluso para la DGT.
En nuestro territorio, son miles las combinaciones de números y letras que ocultan o restringen los datos sobre el vehículo que las porta o el conductor que maneja este. Es decir, Tráfico no sería capaz de expedir informes sobre ellas si se solicitan, cosa que no ocurriría con el resto (normalmente se puede conseguir desde las cargas fiscales de un automóvil hasta el nombre de su propietario, entre otras referencias).
Esta ausencia de rastro es de ayuda, pues supone una mayor defensa, cuando se desea preservar la identidad de ciertos usuarios que trabajan para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o son personas con gran exposición pública, como los políticos. Ello incluye medios de transporte oficiales que también usan sus escoltas y chóferes, quienes serían invisibles a ojos de la Ley y de Tráfico.
Evidentemente, tal opacidad genera un conflicto, pues es susceptible de dejar impune cualquier infracción que se cometa con los vehículos en los que se instalan tales placas. Hace años, la DGT habría intentado que se pudiese identificar de alguna forma segura a los conductores de estas matrículas clasificadas si cometían alguna tropelía fuera de servicio, pero no lo habría logrado.
En cualquier caso, los mandos de cada operación podrían limitarse a justificar que el vehículo se hallaba en una misión oficial de carácter reservado a altas instancias, por lo que el comodín para evitar la multa estaría servido. Asociaciones como la Agrupación Reformista de Policías ya han denunciado esta situación por el privilegio que supone para algunos.