La irrupción y rápida expansión de este tipo de vehículos obligará a crear una categoría especifica
Obligados por la proliferación de estos vehículos y la petición de los ayuntamientos, la DGT creará una normativa para regular la utilización de los patinetes eléctricos y los nuevos productos de movilidad personal.
Cada vez más presentes por aceras, calles y calzadas, el boom de los patinetes eléctricosha traído ciertamente una especie de vacío legal al no encontrar una clasificación ya existente en la que englobarlo. Cómodos, rápidos y en ocasiones incluso susceptibles a la modificación del rendimiento, algo que permite que los usuarios se salten los límites de potencia con los que vienen de fábrica para llegar a velocidades muy superiores a las establecidas. La proliferación de este tipo de vehículos recreativos ha llevado también a un uso indebido por algunos de sus propietarios, obligando a que la DGT tome medidas para evitar accidentes futuros.
En este caso se espera que sea introducida una nueva normativa especifica para este tipo de vehículos que se encontrará reflejada en la próxima reforma de la Ley de Seguridad Vial, así como ha ocurrido con el caso de otros modelos como las bicicletas eléctricas. Pere Navarro, director de la Dirección General de Tráfico, ha confirmado durante una jornada sobre planes de movilidad organizada por la Fundación Pons y CONAMA que se encuentran trabajando en un nuevo reglamento en el que se incluyan estos vehículos de nuevo cuño, especialmente después de que numerosas instituciones municipales hayan pedido ayuda al organismo a la hora de reconocer y clasificar estos productos ante la falta de control de los mismos.
Según las declaraciones realizadas por Navarro, “se darán unas normas muy básicas” al respecto buscando de esta forma que los ayuntamientos puedan tener cierto control sobre estos nuevos vehículos, pudiendo regular y actuar en consonancia. El problema no ha surgido únicamente con los vehículos personales, sino también con los numerosos servicios de alquiler de patinetes eléctricos u otras soluciones de movilidad personal que han surgido especialmente en grandes urbes, donde son utilizados como transporte rápido y barato, así como un vehículo con el que perderse por las calles para hacer algo de turismo. Actualmente hay servicios que ofrecen el alquiler de estos vehículos por algo así como 0,15-0,20 euros por minuto, localizables por GPS y arrendamiento rápido y sencillo a través de app.
Sin zonas habilitadas específicamente para ello en la mayoría de las ciudades, la convivencia diaria con peatones se ha ido tornando cada vez más complicada, e incluso estacionados en zonas no especificas pueden suponer problemas para personas invidentes. Al no haber una regulación a nivel nacional, también hay cierta heterogeneidad en los elementos obligatorios a utilizar para su circulación, la velocidad máxima a la que tienen permitido circular, la posibilidad de utilizar bicicarriles o la calzada, la edad mínima para su uso e incluso la necesidad o no de utilizar casco. En Estados Unidos, donde la utilización de estos servicios de alquiler también ha proliferado durante los últimos años también han obligado a establecer normativas muy duras, con sanciones económicas para aquellos que por ejemplo los utilizan en aceras.