PARA MEJORAR LA SEGURIDAD

Dientes amarillos: el último invento de la DGT que ya puedes encontrarte en alguna carretera

La Dirección General de Tráfico no deja de innovar en su lucha contra la siniestralidad vial. Su última propuesta, los dientes amarillos, ya pueden verse en algunas carreteras y tienen su por qué.

La seguridad vial es uno de los temas que más preocupan a las administraciones, ya que las carreteras son uno de los principales factores de siniestralidad en nuestro país. Por eso, se trabaja sin descanso para elaborar nuevas reglas y normas y para implantar nuevos sistemas que, en conjunto, consigan rebajar en la medida de lo posible el número de personas que cada año fallecen o resultan heridas de gravedad a consecuencia de un accidente de circulación.

En los últimos años hemos asistido a un importante descenso en el número de víctimas mortales, hasta el punto de conseguir que España sea una de las referencias en cuanto a seguridad vial a nivel europeo. Sin embargo, y como es lógico pensar, aún queda mucho trabajo por hacer. De esta manera, en el futuro veremos más medidas encaminadas a conseguir una reducción en el número de víctimas mortales. 

Uno de los factores que más importancia tiene y que más interviene si hablamos de seguridad vial es la percepción de la persona que se encuentra al volante. Si un conductor percibe que está circulando por una vía de alto riesgo, instintivamente reducirá su velocidad de circulación. Por este motivo es cada vez más habitual encontrarse con líneas y formas pintadas en la calzada de manera que se simula un estrechamiento o incluso un obstáculo en la vía.

Así son los dientes amarillos que ya puedes encontrar en algunas carreteras

La última creación que podemos encontrar en algunas vías, especialmente de corte urbano, son los denominados popularmente como "dientes amarillos", una suerte de triángulos que nacen en las diferentes vías que delimitan los carriles, pintados con una orientación interior, haciendo que, visualmente, el carril parezca más estrecho de lo que realmente es. Con esta medida, que ya es posible ver en las inmediaciones de algunos colegios, se pretende reducir de manera rápida y efectiva la velocidad de paso de los vehículos.

Con la intención de pacificar el tráfico en zonas especialmente sensibles, hay que tener claro que la presencia de este tipo de signos y marcas viales no suponen una reducción por sí misma del límite de velocidad, que en vías urbanas de un sólo carril se limita a 30 km/h y, en caso de contar con zonas escolares en las inmediaciones, puede reducirse aún más hasta los 20 km/h.