ECONOMÍA

Diésel vs gasolina: ¿por qué llenar el depósito de gasóleo es, ahora, más caro?

Los surtidores de diésel devuelven precios que son, de media, 15 céntimos más caros que los de la gasolina.

Los datos no mienten y desvelan la actual realidad que están viviendo los surtidores de las estaciones de servicio españolas: llenar un depósito de diésel es más caro que hacer lo propio con uno de gasolina. Concretamente, un 2,1% más que la semana pasada, a tenor de los datos del último Boletín Petrolero de la Unión Europea: por tercera semana consecutiva el diésel ha subido (1,921 euros el litro) y la gasolina ha comenzado a dibujar una curva descendente (1,779 euros el litro).

Aunque el máximo (2,141 euros por litro) que alcanzó a finales de junio todavía queda lejos, tras el descenso vivido en verano, el precio del diésel ya suma tres semanas consecutivas al alza. Si compramos la situación actual con la del año pasado, encontramos una diferencia del 52% respecto a lo que los conductores pagaban en 2021: hoy en día, incluyendo la bonificación del Gobierno, el litro de gasóleo cuesta 1,721 euros.

Logo diésel Porsche Cayenne | Porsche

Las cifras que, actualmente, giran en torno al diésel llaman (más) la atención porque son superiores a las de la gasolina cuando, tradicionalmente, este combustible solía ser más caro. En el último mes, esta tendencia se ha invertido y, ahora, la diferencia entre ambos es la más amplia: 15 céntimos.

¿Por qué el diésel es más caro que la gasolina?

Las respuestas a esta pregunta llegan desde la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), la patronal que representa a las principales compañías del país.

Las sanciones impuestas a Rusia han provocado escasez: hay menos diésel, pero la demanda sigue siendo la misma y, por lo tanto, los precios son más altos. Una situación que se nota especialmente en España, donde el gasóleo sigue siendo el combustible dominante en nuestro parque automovilístico. Hay que tener en cuenta que, según los datos de Vortexa Ltd, en 2021, Rusia exportó unos 900.000 barriles diarios de diésel, principalmente, a la Unión Europea y Reino Unido.

Biodiésel | Getty

Sustituir el crudo de Rusia se ha convertido en todo un hándicap para algunas refinerías, que no están preparadas para transformar todos los tipos de petróleo. Esta falta de flexibilidad ha originado cuellos de botella en la transformación de esta materia prima en gasóleo. La ralentización del proceso de refinado ha agudizado tanto la falta de diésel como la subida en el precio del este combustible.

Las previsiones de futuro avanzan un invierno complicado porque es en esta época del año cuando más diésel se consume: no sólo el transporte, también las calefacciones. Debido a las sanciones de Rusia y a la ralentización en la producción, los mercados ya están anticipando la escasez de diésel y, en consecuencia, su precio se está incrementando.

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