EL CONSEJO DE HACIENDA TUMBA UNA SUBIDA AL IMPUESTO DEL DIÉSEL

El diésel, a salvo de momento: no subirá su precio

El diésel respira aliviado. No subirá, por el momento, su precio, tras tumbar el Consejo de Hacienda del Congreso de los Diputados una propuesta de igualar los impuestos del diésel y la gasolina, que lo habría encarecido 11 céntimos.

Coche diéselCentímetros Cúbicos

El diésel es el objetivo número 1 de la Unión Europea. En su lucha por conseguir la electrificación y ponerle fin de los combustibles fósiles, el diésel será el primero en caer. Europa busca ahora encarecer sus precios, e, incluso, ya se ha prohibido su venta en algunas gasolineras.

El Gobierno de España realizó una propuesta de igualar los impuestos, a partir del próximo mes de abril, entre la gasolina y el diésel. Una medida que habría encarecido en 11 céntimos el precio del diésel, afectando a transportistas, familias y a las personas que usen en el día a día coches con este combustible. Los cálculos estimaban que subiera 200 euros para las personas que hicieran 20.000 kilómetros al año.

Una traba más para el diésel por la que, de momento, no hay que preocuparse. La Comisión de Hacienda del Congreso de los Diputados rechazó ayer esta medida, por lo que no podrá implementarse, salvo giro inesperado, el próximo mes de abril.

La discordancia entre los socios de gobierno fue clave para que esta medida no salga adelante, en una Comisión de Hacienda del Congreso de los Diputados que complicó mucho los proyectos del Ejecutivo, que se muestran pesimistas de cara a retomar en un futuro esta propuesta.

Esto podría retrasar la llegada de los fondos europeos, y dejan en entredicho la hoja de ruta climática del Gobierno. La división interna que sufren los socios de gobierno puede retrasar aún más otras medidas.

Los grandes beneficiados son el sector del transporte y los millones de conductores que usan el diésel en el día a día, que ya se encuentran muy golpeados por sus subidas de precio, y que esto podría haberles afectado de mayor manera.

Además, esta medida podría haber supuesto otro duro golpe para las empresas automovilísticas, ya que el interés por la compra coches diésel podría haber descendido aún más en un momento en el que las ventas ya se están resintiendo.