la medida que afectará al gasoil de automoción y recogerán los presupuestos
El precio del combustible más usado en nuestro país, el gasóleo, se verá afectado por esta medida que se recogerá en los presupuestos que se aprobarán a lo largo de este año.
El precio de los combustibles es la variable más importante cuando se trata de medir el gasto que genera un vehículo en su utilización. Al fin y al cabo, si no dispone de carburante, el vehículo no se puede mover, por lo que es "irremediable" tener que gastar dinero en combustible. Este precio no ha parado de subir en nuestro país en los últimos meses.
El nuevo Gobierno ya trabaja en unos presupuestos que previsiblemente obtendrán la aprobación a mediados de año. VER VÍDEO.
Y es que diversos conflictos e intereses internacionales han afectado negativamente a la cotización de muchas materias primas, entre ellas el petróleo, que ha visto inflado su precio de forma significativa. No obstante, España sigue manteniéndose como uno de los países con el precio del combustible más barato, debido sobre todo a una carga impositiva menor que la de otros países, algo especialmente evidente en el caso del diésel.
La medida irá acompañada de otras tantas, entre las que se encuentra por ejemplo la supresión de cualquier incentivo o ayuda para la compra de vehículos impulsados por combustibles fósiles, una muestra de las intenciones de este gobierno, que apuesta muy fuerte por la movilidad 0 emisiones.
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Ford ha anunciado que sus furgonetas Transit podrán funcionar con combustibles fabricados a partir de aceite como alternativa al gasoil. Lo más sorprendente de la medida no es el empleo de aceite, sino de dónde se obtendrá la materia prima. El aceite residual que servirá de base para fabricar el combustible puede proceder incluso de la freidora de un restaurante o de nuestro propio hogar.
La propia Unión Europea favorece, a través de su iniciativa RecOil, la recogida de estos restos, que, una vez tratados, se emplean para producir lo que se conoce como Aceite Vegetal Hidrotratado, o HVO, por sus siglas. Este combustible ya está disponible en algunas gasolineras europeas, especialmente en los países bálticos y escandinavos, donde se puede adquirir de forma pura o mezclados con gasóleo.