POSIBLE SUBIDA DEL DIÉSEL
Los carburantes podrían volver a subir, especialmente en el caso del diésel.
El precio de los carburantes fósiles sigue marcando máximos, rompiendo récords, semana tras semana. En ningún momento de la historia de nuestro país hemos pagado los combustibles tan caros como ahora, una situación que también afecta a otros países de nuestro entornos, muchos de ellos con precios para la gasolina y el diésel que comienzan a coquetear con la barrera psicológica de los 2€/litro.
En España los precios se mantienen a un nivel inferior, con el diésel rondando los 1.5€/litro y la gasolina en el entorno de los 1.6€/litro. Se trata de precios más aquilatados para lo que se estila en el resto de Europa pero que, sin embargo, supone un gran esfuerzo económico para todos aquellos que deben llenar el depósito de su coche para acudir a su puesto de trabajo, a su lugar de estudios o, simplemente, para utilizar su vehículo para realizar sus gestiones personales.
El Gobierno coquetea con la subida de impuestos
Lamentablemente para los millones de personas que utilizan diésel o gasolina para sus desplazamientos rutinarios, el Gobierno es consciente de que los impuestos que se recaudan con los hidrocarburos suponen una importantísima fuente de ingresos para las arcas públicas, unas arcas que, por otro lado, necesitan aumentar su recaudación. De nuevo, los carburantes se encuentran en el punto de mira.
Y es que el comité de expertos que trabaja con el Ministerio de Hacienda han comenzado a lanzar sus propuestas, propuestas entre las que encontramos estas subidas de impuestos para el diésel y para la gasolina. De esta manera, nos encontramos con dos propuestas que sobre todo afectarán al gasóleo, que podría aumentar su precio en más de 10 céntimos por litro:
-Equiparación fiscal con la gasolina: en un marco actual en el que el diésel cuenta con diferentes beneficios fiscales y su precio se sitúa, de media, unos 9 céntimos/litro por debajo de la gasolina, la equiparación fiscal supondría una subida que rondaría los 10 céntimos de euro.
-Revisión de la fiscalidad de hidrocarburos: con esta medida, que afectaría tanto a diésel como a gasolina, se aumentaría el precio final para el consumidor pero, a la vez, se aumentaría la recaudación para las administraciones. Esta medida, por cierto, iría acompañada de una reducción impositiva para la electricidad.
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