PIDEN ACLARACIONES SOBRE LA ITV 2024
Los tacógrafos de segunda generación que entraron en vigor el año pasado se establecen como el nuevo quebradero de cabeza tanto para empresas como transportistas.
Los dolores de cabeza no cesan para los transportistas y empresas. En esta ocasión, el problema se debe al nuevo tacógrafo inteligente de segunda generación que entro en vigor el pasado 2023. Y es que aquellos profesionales del transporte que se acogieron en 2023 al conocido régimen extraordinario de prematriculación para camiones puesto en marcha por la DGT por no poder introducir en sus vehículos este aparato de control, continúan sin conocer cuándo tienen que pasar la ITV de 2024 ni quién deberá asumir el coste de sustitución obligatorio de 2025.
Desde Fenasdimer (Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España) calculan más de 5.000 autobuses y camiones se verán afectos directamente por esta extraordinaria medida, de los cuales más de la mitad realizan transporte internacional. A la mencionada cifra, debemos sumarle otros 140.000 vehículos que deberán realizar la sustitución de su tacógrafo actual entre este año y el próximo a más tardar.
En 2023, muchas compañías dedicadas al transporte de mercancías no pudieron equipar en sus autobuses y camiones los nuevos dispositivos de control de segunda generación ante la falta de stock, tal y como asegura Diario de Transporte. Es por este motivo que la incertidumbre sobre el nuevo tacógrafo empieza a preocupar a los profesionales.
Para afrontar este problema, las diferentes asociaciones de transportistas, incluida la citada Fenadismer, demandaron el pasado año a la Dirección General de Tráfico un régimen extraordinario de prematriculación, lo que permitiría la matriculación de dichos vehículos con posterioridad al 21 de agosto, fecha de aprobación de la nueva ley europea. Eso sí, siempre que fuese antes del pasado 31 de diciembre.
Con el objetivo de salvar esta situación se ingenió que en el permiso de circulación constase como primera fecha de matriculación el 18 de agosto. De este modo, se conseguía evitar el incumplimiento de la normativa europea. Además, se añadía en el propio documento la fecha posterior real de matriculación.
Sin embargo, el problema no se detiene aquí, puesto que un total de 2.000 vehículos, los cuales van a realizar laborares de transporte internacional, se verán obligados a sustituir su tacógrafo actual por uno de segunda generación antes de agosto de 2025, sin saber aún quién asumirá el coste requerido para dicha adaptación.
En España, la cifra de vehículos que se verían obligados a realizar este retrofit de tacógrafos sería de 140.000 unidades, de las cuales 130.000 serían cabezas tractoras o camiones por tan solo 10.000 autobuses. La única manera de evitar esta sustitución sería la renovación por vehículos nuevos, una solución tan impensable como costosa.