HASTA 200 EUROS
El Reglamento General de Circulación establece que las superficies acristaladas del vehículo deben permitir “la visibilidad diáfana del conductor”.
El Artículo 19.1 del Reglamento General de Circulación establece lo siguiente: “La superficie acristalada del vehículo deberá permitir, en todo caso, la visibilidad diáfana del conductor sobre toda la vía por la que circule sin interferencias de láminas o adhesivos”. Una situación incompatible con una de las consecuencias derivadas de la calima que vive España estos días: la acumulación de suciedad en los vehículos que, en algunos casos, impide una correcta visibilidad y puede transformarse en multas de hasta 200 euros.
Desde el pasado lunes un manto de polvo en suspensión del Sáhara ha cubierto la Península y a las Islas Baleares: cielos anaranjados, mala visibilidad, consecuencias para la salud… A estos efectos tenemos que añadir la suciedad acumulada en los vehículos: en algunos casos sólo son partículas, pero en otros la lluvia las ha transformado en una generosa capa que impide circular con normalidad.
Cabe recordar que el 90% de la información que recibimos cuando estamos al volante llega a través de los cristales del vehículo y de nuestros ojos: de unos y otros depende que estemos al tanto de todo lo que ocurre a nuestro alrededor. Además, los ADAS que incorporan algunos modelos funcionan gracias a las cámaras que suelen estar ubicadas tras la luna delantera. Si tanto esta como la trasera están sucias no podremos circular con seguridad.
Entre 80 y 200 euros
Este es el principal argumento en el que se apoyan las sanciones que castigan el exceso de suciedad que acumulan algunos vehículos ya sea por falta de mantenimiento o limpieza o a causa de fenómenos como la calima.
Si las lunas delantera y trasera están tan sucias que impiden al conductor ver clara y correctamente, los agentes podrían multar con 80 euros. Eso sí, si consideran que el nivel de suciedad compromete la seguridad vial estaremos hablando de una infracción grave que estará penada con hasta los 200 euros.
Las multas relacionadas con la suciedad de las lunas no terminan aquí. Si el estado del limpiaparabrisas es deficiente o no funciona, el conductor recibirá una sanción de 80 euros. Y en el peor de los casos, el vehículo podría quedar inmovilizado si presenta “deficiencias que constituyan un riesgo especialmente grave para la seguridad vial”, tal y como refleja el Artículo 84 de la Ley de Seguridad Vial.
La matrícula
El último elemento que tenemos que revisar cuando la calima remita es la matrícula del coche. Si la suciedad acumulada en la placa impide su correcta lectura, ni los agentes ni los dispositivos electrónicos de Tráfico podrán identificar el coche. Este hecho supone una infracción grave que está castigada con una multa económica de 200 euros.
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