"No hace falta la vista para arreglar un motor, sólo el tacto"
Un mecánico chileno, Eduardo Muñoz, asegura que para poder ejercer su trabajo correctamente no necesita ver, y que con el tacto ya tiene suficiente para poder reparar un vehículo. Además, tiene sus propios trucos y hasta un "asistente personal" imantado.
Eduardo Muñoz, mecánico ciego, es un claro ejemplo de superación. A los 29 años le detectaron una enfermedad degenerativa que terminó por quitarle el 97% de su visión. Dejó de ver poco a poco hasta que se quedó totalmente ciego.
Eduardo, natural de Chillán (Chile), confiesa que le ha costado mucho asumir su situación. "A veces voy al baño, lloro un rato y me siento liberado", afirma. Pero, su tenacidad y su valentía, han hecho que nunca tirase la toalla, tanto es así que pese a su ceguera, sigue con su taller mecánico. Asegura que para poder ejercer su trabajo correctamente no necesita ver, y que con el tacto ya tiene suficiente para poder reparar un vehículo.