Qué difícil es ser CEO de una compañía de deportivos y no poder experimentar de lo que son capaces tus coches. Eso es al menos lo que debió pensar
Jean-Marc Gales, responsable de la compañía británica Lotus, el cual fue cazado hace unas semanas superando la velocidad límite al volante de uno de los vehículos de la marca. Según la información, Gales se encontraba circulando por la autopista A11, en las cercanías de la sede de Hethel,
a una velocidad de 102 mph (unos 164 km/h) en una zona en la que sólo estaba permitido a 70 mph, unos 114 km/h. La peor noticia para Jean-Marc Gales no eran únicamente la sanción económica y la pérdida de tres puntos de su carné de conducir. El CEO de Lotus
ya había perdido anteriormente otros ocho puntos de su licencia, por lo que esta nueva penalización le dejaba al borde de la prohibición de conducir durante seis meses. En este caso, Gales puso a trabajar a su bufete de abogados, consiguiendo presentar frente a la corte una defensa que consistía en explicar que él, como CEO de un reconocido fabricante de automóviles, se había visto obligado a probar sus productos.
Esta función es una de las muchas responsabilidades que ostenta su cargo, por lo que no podía correr el riesgo de perder su licencia de conducir con otra infracción y así “
no poder continuar haciendo su trabajo”. Según las declaraciones de su abogado, Gales se encontraba en esos momentos
conduciendo con mucho cuidado, pero obviamente no lo hacía de acuerdo con el límite de velocidad para esa vía. Para finalizar la defensa, el abogado solicitaba que
se suspendiera la sanción de tres puntos menos en el carné y que a cambio el tribunal castigara a su cliente con una multa (unos 1.120 euros) y
30 días sin poder conducir, algo que finalmente fue aceptado, aconsejando el magistrado que en la próxima ocasión Gales realice sus labores como CEO de la compañía y probador de coches en las pistas de test en lugar de en las vías públicas.