Los geles hidroalcohólicos son muy populares en nuestro día a día, pero pueden darnos más de un susto
Los controles de alcoholemia son comunes y necesarios en nuestras carreteras. Con una fiabilidad casi del 100%, en ocasiones el uso de geles alcohólicos para desinfectar nuestras manos pueden jugarnos una mala pasada
En los últimos meses, como todos conocemos, el uso de elementos de seguridad como las mascarillas o los geles hidroalcohólicos se ha convertido en una realidad más de nuestros días: nos ayudan a combatir la pandemia que nos ataca desde hace ya más de medio año, minimizando el riesgo de contagio entre personas.
Sin embargo, la utilización de este tipo de elementos puede jugarnos una mala pasada en determinadas situaciones, especialmente cuando hablamos de los geles de alcohol, utilizados básicamente para desinfectar nuestras manos o antebrazos, así como elementos que vayamos a tocar con frecuencia.
Y es que, como su propio nombre indica, los geles hidroalcohólicos están compuestos, básicamente, por un principio acuoso acompañado de una generosa cantidad de alcohol que, al aplicarse en diferentes superficies, las desinfecta para terminar por evaporarse a los propios segundos. Sin embargo, éste último punto es el que puede traernos algún problema si se dan las circunstancias concretas.
¿A qué nos referimos? Básicamente al hecho de que seas sometido a un control de alcoholemia habiendo usado un gel alcohólico unos minutos antes. VER VÍDEO DE ARRIBA
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