Con tan sólo poco más de tres años a sus espaldas,
el recibe su primera actualización. Se presentará en sociedad en el Salón del Automóvil de París en algo más de un mes y poco después comenzará su comercialización en los principales países europeos.
Con más de 220.000 unidades entregadas a los clientes en este tiempo, el i10 es un producto de gran éxito y por eso se entiende que
los retoques hayan sido mínimos para no estropear la fórmula que tanto ha gustado entre los usuarios.
Los cambios más importantes se centran en el frontal,
añadiendo un paragolpes completamente rediseñado con luces diurnas por LEDs independientes, nuevos faros antiniebla y un aspecto más agresivo. Hyundai también cita en la nota de prensa
nuevas tonalidades para la carrocería, algunos apliques cromados y el uso de llantas de aleación de 14 y 15 pulgadas con formas actualizadas. En el interior las modificaciones también son pequeñas, con tapizados más vistosos en colores anteriormente no disponibles.
Sí estrena un sistema de infoentretenimiento con pantalla táctil de siete pulgadas, navegador, Apple car Play y servicios LIVE.
En seguridad lo más importante es la llegada del
aviso por colisión frontal y la alerta de cambio de carril involuntario, ambos en activo a partir de los 60 km/h. Dirección y suspensiones reciben retoques igualmente para mejorar el tacto y eficacia. La gama de motores se mantiene como hasta ahora, arrancando con
un gasolina de un litro que desarrolla 66 CV. Esta opción se podrá solicitar en versión BlueDrive de consumos más ajustados.
Por encima está el 1.2i 16v con 87 CV disponible tanto con caja manual como con una automática.