De un tiempo a esta parte se está utilizando
el término Anti-Tesla como forma de definir prácticamente todos los vehículos eléctricos que han ido surgiendo durante los últimos meses y que parecían estar llamados a hacer tambalear el éxito sostenido del fabricante estadounidense. Hace poco menos de un año, Jaguar
presentaba en sociedad su nuevo I-PACE con la promesa de ser algo más que un coche 100% eléctrico. Este SUV con silueta de coupé quería destacar a pesar de tratarse de la primera incursión del fabricante británico en este tipo de tecnología de propulsión. A pesar de que se espera que sea completamente revelado durante el próximo Salón de Ginebra, el nuevo Jaguar I-Pace ya nos dejó hace meses unas cifras prometedoras:
tracción total, 400 CV de potencia y 700 Nm de par que le permitían hacer el 0 a 100 km/h en poco más de 4 segundos. También se publicó la intención de que su autonomía fuera superior a los 500 kilómetros según el ciclo de homologación
NEDC, pero aún quedaban muchas preguntas por resolver.
Si en datos de prestaciones demostraba no estar demasiado lejos de Tesla, Jaguar todavía tenía que demostrar estar también en disposición de enfrentarse a la recarga rápida de los estadounidenses, dudas que han quedado completamente disipadas cuando el fabricante británico por excelencia ha hecho público que el Jaguar I-PACE podrá
completar desde cero una recarga del 80% de su capacidad, unos 400 km de autonomía, en apenas 45 minutos. Hay que tener en cuenta que estas cifras de velocidad de recarga se consiguen a
través de cargadores de 100 kW por los 135 kW que utilizan los supercargadores de Tesla que son capaces de lograr una autonomía de 475 kilómetros en sólo 40 minutos. El último vídeo,
durante las pruebas invernales realizadas por Jaguar en Suecia, son una buena excusa para ver en movimiento el nuevo I-PACE y para que, como buen SUV deportivo, lo veamos derrapar sobre el blanco elemento.